Ramón Pedregal Casanova.- Después de las batallas libradas en Las Segovias, de su Nicaragua entrañable, torna Sandino a luchar contra el panamericanismo del silencio, batalla que ahora hay que ganar y que ganaremos con escritores como Selser. Todo el que calle en la actualidad es cómplice del avasallamiento de nuestros países económicamente pobres y moralmente maltrechos. Nadie debe callar. Nadie puede callar.

Del libro titulado El pequeño ejército loco. El fuego que expulsó a los yanquis de Nicaragua. Autor: Gregorio Selser. Editorial Fondo de Cultura Económica.

Ramón Pedregal Casanova.- El Son, la Polka, la Marimba, cohetes, petardos, unas y otros, todo mezclado, metiéndose por el aire y conduciéndose con el griterío, fiesta y más fiesta, instrumentos de viento, violines o acordeones, bombos, tambores, y voces subiendo y bajando por toda la escala musical, ritmos que no acaban nunca su cabalgar, bate que bate que bate que bate, y salta, muevelo todo, y siguen explotando cohetes, no pares, ¿no se cansa nadie? Se me ocurrió preguntar a quien tenía cerca que no paraba de bailar, y riéndose me contestó: “Aquí no se da tregua al enemigo. En el trabajo y en la canción vive la nación”. No pregunté más, el hombre se perdía entre el montón de gente.

Ramón Pedregal Casanova.- La ciudad, Santiago, en carnestolendas, en carnaval, ¿cuántos petardos se tiraron ansiando burlarse del aplastamiento yanqui y de su hp en la isla?, hp como los dictadores yanquis llaman a sus virreyes, ¿cuántos petardos, cohetes, y tiros con el deseo de acabar con el tirano?

Ramón Pedregal Casanova.- Europa debe tener presente y respetar que ya no somos colonia de ninguna potencia, somos países libres, independientes, soberanos, con dignidad de patria, identidad y libertad”, ha declarado el canciller nicaragüense, Denis Moncada, tras la reunión entre la UE y la CELAC.

Ramón Pedregal Casanova.- Defensor del principio de igualdad y de justicia, vive como sus soldados: la repartición de alimentos y ropa es pareja, sin distinción de grados.

En Nicaragua, señores, le pega el ratón al gato”

Del libro titulado “Sandino el general libertario”. Autor: Manuel Guillermo Rodríguez. Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Ramón Pedregal Casanova.- Yenin podría significar en árabe “Manantial”, y en otra de sus derivaciones podría traducirse como “Jardín”. ¿Es posible que los dirigentes sionazis pensasen para atacar a Yenin en que era un “Jardín”? El caso es que a su agresión con 2.000 uniformados, aviones y tanques, le habían puesto de nombre “Operación Hogar y Jardín”, para ellos ese acto significa destrucción, matanza, lo que hicieron. Para el Pueblo Palestino el Manantial continua brotando en el Jardín, la defensa les hizo huir, desde su centro de operaciones gubernamental se ordenó a la tropa salvaje retirada urgente, la tropa pedía bombardeos y auxilio urgente para retirarse al encontrarse bajo el fuego Palestino.

Ramón Pedregal Casanova.- He visto en los soldados un sentido espiritual admirable. Hablando con muchos de ellos, les he oído decir que la justicia estaba con ellos y que por eso vencían siendo tan inferiores. ¿Cómo ha conseguido inculcarles estos principios?

Sandino: Hablándoles muchas veces sobre ideales de la justicia y sobre nuestro destino, inculcándoles la idea de que todos somos hermanos. Sobre todo, cuando el cuerpo desfallece es cuando he procurado elevar su espíritu. A veces, hasta los más valientes decaen. Es necesario conocerlos, seleccionarlos. Y alejar el temor, haciéndoles ver que la muerte es un ligero dolor, un tránsito.

- Recuerdo haberle hecho referencia en algún momento al sentido histórico de Napoleón y Bolivar.

Sandino: ¡Ah, Napoleón! Fue una inmensa fuerza, pero no hubo en él más que egoísmo. Muchas veces he empezado a leer su vida y he tirado el libro. En cambio, la vida de Bolivar siempre me ha emocionado y me ha hecho llorar.

… - Déjeme que le abrace -me dice en una ocasión Sandino-, en vez de darle la mano. Este es nuestro saludo.

Del libro Con Sandino en Nicaragua la hora de la paz. Publicado en 1934. Autor Ramón Belasteguigoitia.