«Apenas a unas horas de la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro Moros, los motores de la violencia vuelven a rumiar su detrito de odio. Las redes se calientan desde hace días y María Corina llama a su gente a salir a la calle hoy 9 de enero (…) ¿Entrará Edmundo a Venezuela tal y como promete? ¿Montará su show en la frontera? ¿En qué frontera? ¿Se autoproclamará siguiendo la senda de Guaidó?».

“La manera como se presentan las cosas no es la manera como son;

y si las cosas fueran como se presentan la ciencia entera sobraría”

K. Marx

Hay misterios que, como el de la santísima Trinidad, desbordan el entendimiento y reclaman la voluntad de la fe. El caso de Venezuela compite con el más enredado de esos enigmas. En estos meses en que hemos viajado en varias ocasiones del Reino de España a la República bolivariana de Venezuela, hemos podido palpar ese misterio de dimensiones paranormales.

«Se desata en todo el país una persecución criminal contra militantes chavistas y contra todo lo que huela a proceso bolivariano. Una campaña de odio de tintes fascistas donde redes sociales como WhatsApp juegan un rol central».

La fuerza de los medios de comunicación y su censura a cualquier posición crítica han potenciado un discurso apocalíptico y coherente. Los ideólogos y pensadores de la posmodernidad copan el espacio con sus discursos y las editoriales publican sus propuestas. Los textos en boga someten al lector a un continuo bombardeo de ideas fuerza cuyo mensaje es plano pero efectivo. De tanto repetirlo se torna realmente vigente, no hay duda: la realidad es inmutable.(Marcos Roitman Rosenmann)

"Alrededor del Palacio Presidencial, una masa chavista nos recibe entusiasta, con aplausos y gritos entre un pasillo de pueblo. Avanzamos extrañados por este recibimiento más propio de jugadores de fútbol que de acompañantes internacionales y militantes de izquierda".

«Estamos aquí para defender no solo un legado, es un tema de patria y de soberanía»