Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- ¿Para qué existen y sirven los organismos internacionales, la ONU, por ejemplo, y otros tantos de diversa índole en niveles regionales y nacionales? ¿Es que los derechos humanos, la legislación internacional u otros términos similares que el lenguaje ha bautizado como ejemplares, no pueden impedir que el presidente de los EEUU, sea cual sea, decida por todos si toma medidas militares contra Siria e Irán y condena a múltiples sufrimientos a Venezuela y a Cuba y todos los organismos creados y aceptados tienen que callarse y hasta a veces arrodillarse ante la nefasta decisión? La santa paciencia ante los imperios siempre ha tenido un límite con una conclusión: deben ser eliminados. El destino de la fiesta de la vida que nos hacemos todos, gústele o no a EEUU, nunca puede estar en manos de quien lo arroja al abismo como su propio suicidio.