Ramón Pedregal Casanova.- “Un grupo de veteranos de nuestra independencia, presidido por Schweyer, acaba de ofrecer al embajador norteamericano en Cuba el machete de Baire para defender los cañones de Washington. En su brindis, Schweyer y sus amigos no aclaran mucho las cosas. Limítanse a utilizar las manoseadas palabras de estos días, pulidas y brillantes a fuerza de andar de mano en mano: democracia, hemisferio occidental, libertad, patriotismo. Sin embargo, no está de más repetir ahora que el lema falso de democracia, manejado por cierta gente, sirve a las mil maravillas para encubrir todo lo que antes llamábamos por su nombre puro y simple: fascismo, hitlerismo, quintacolumnismo. Por ello, vale preguntarse a estas alturas qué democracia es la que piensa defender Schweyer al frente de sus veteranos. ¿Es la del pueblo de Norteamérica, o la que fingen sus opresores, del tipo de Henry Ford? ¿Es la que ansía el pueblo cubano, o la que manipulan taimadamente sus enemigos, esos que nos acortan las zafras y nos imponen feroces tratados de reciprocidad? Sería importante saberlo desde ahora, porque en estas cuestiones hay que andarse con mucho cuidado, tratándose del Tío Sam.”Del artículo Yankis y Mambises. 31- V- 1941, en el libro Prosa de prisa, 1929-1972, Tomo I. Autor: el gran escritor cubano Nicolás Guillén.