Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Si Venezuela cae, “digo, es un decir”, si el esfuerzo chavista, aún en muchas de sus visiones plagado de errores y otras incoherencias nada diferentes de la mayor parte del mundo, cae, todas las consciencias del mundo, a pesar de su actual escasez, se abrirán paso inexorablemente hacia el cambio del mundo. Porque no será nada difícil de entender que cuando caiga el esfuerzo chavista ya no interesará con ese país nada de lo que ahora se le señala. No importarán los viejos caminos autoritarios que reprimirán con mayor dureza cualquier manifestación opositora al nuevo orden, ni el caudillismo del fabricado líder nacional vendido al hambre sanguinaria de los más poderosos, ni las reales necesidades del pueblo, ni tan siquiera las veleidades de los ‘buenos’ dueños que acogerán las riquezas del país. Sencillamente, como en Afganistán, Irak, Libia, etc. etc. Venezuela, a lo sumo, solo existirá en alguna que otra breve noticia de los terroristas que exploten en alguna calle de Caracas. Y será ese acto macabro, como seguimos leyendo, oyendo y presenciando sobre otras zonas del mundo, el único espeluznante terror que condenemos.