Por Bartolomé Sancho Morey* - Cubainformación.- Hace unos meses despues de muchos años de no vernos, un viejo-buen amigo de lucha antifranquista, economista y ex dirigente jubilado del PSOE me invito, a tomar un café maratoniano [más de tres horas] en el conocido Bar Bosch en Palma de Mallorca, intentando a través de un interesante y a veces “acalorado” pero civilizado intercambio de ideas convencerme de que yo estaba equivocado y que no comprendía como defendía a Nicolás Maduro, un dictador, asesino, corrupto, narcotraficante, etc. etc.