Por Bartolomé Sancho Morey* - Cubainformación.- El pasado día 28 de Diciembre, Obama, “Desequilibrado” a menos de un mes de entregar el mando a Donald Trump, nuevo inquilino de la Casa Blanca. Ante su “entre otros” estrepitoso fracaso político-diplomático-militar en Siria, como “buen Sheriff” de cara a la galería, imitando en versión “negro a su ídolo” de Hollywood, Gary Cooper, decide a “bombo y platillo” a través de una “rabieta-calculada” el cierre de dos edificios en Nueva York y Marylan que supuestamente usaba el servicio de inteligencia ruso y por si bastara la expulsión de 35 diplomáticos rusos y familiares. Putin, ante tamaña y chapucera actitud, además de no caer [lo más fácil] en la provocación, opta sabiamente rompiéndole todos los esquemas a la administracion de Barak Obama, como respuesta no expulsar a ningún diplomático estadounidense y además, extendió una invitación a los hijos de los diplomáticos estadounidenses acreditados en Moscú para asistir a la fiesta de fin de año en el Kremlin, demostrando una vez más un talante más negociador, serio e inteligente, Hasta tal punto que Donald Trump, preocupado “avergonzado” se ha visto obligado “al margen de ideologías” públicamente a agradecer la sabia decisión [no tomar represalias] de Putin.