Ramón Pedregal Casanova.- “Exterminad a todos los salvajes”, ordenaba un personaje de la novela “El corazón de las tinieblas”, del racista Joseph Conrad. Y como si hubiese asimilado tal idea la plana mayor del nazismo programó “la solución final” que llevó a cabo el asesinato de millones de civiles con bombardeos, invasión, destrucción de todo lo construido en ciudades y campos, guerra de exterminio declarando seres inferiores a todos los que no eran ellos mismos, asesinatos en masa que realizaron con cámaras de gas, campos de concentración en los que mataban por esclavitud, hambre y sed, bombardeaban a las multitudes, … eso lo hicieron los nazis, ¿lo recuerdas? En Gaza los sionazis están haciendo lo mismo, bombardeos, destrucción, bloqueo por aire, mar y tierra, cortando el agua, la luz, los alimentos y las medicinas, todo para acabar con la población indefensa. Lo siguiente son palabras de un responsable sionazi: “Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia. Hemos abolido todas las reglas de la guerra. Nuestros soldados no serán responsables de nada. No habrá tribunales militares”, ha declarado el genocida ministro de la guerra de la entidad colonial, Yoav Gallant. Jabotinsky: “Si quieres colonizar una tierra en la que hay un pueblo que la habita, debes procurar una guarnición militar para esa tierra, o encontrar algún 'hombre rico' o benefactor que provea esa guarnición de tu parte. De lo contrario hay que cejar en el empeño, porque sin una fuerza armada que convierta en físicamente imposible cualquier intento de destruir o evitar esta colonización, la colonización es imposible, no 'difícil' ni 'peligrosa', sino ¡IMPOSIBLE! El sionismo es una aventura colonizadora y en consecuencia se mantiene o cae por la cuestión de la fuerza armada”.
Robert Geesler, otro sionista, escribe un artículo en el que termina diciendo: “Queremos un imperio judío. Igual que el italiano o el francés en el Mediterráneo, queremos un imperio judío”.