Ramón Pedregal Casanova.- Si busco en mi memoria una imagen del daño del fascismo veo el cuadro titulado Guernica. Un oficial nazi de entre los que habían asaltado la casa de Picasso en París, al ver el cuadro le preguntó: “¿Fue usted quien hizo esto?, y Picasso, se cuenta que con indignación y distancia, le respondió: “No, a decir verdad, lo hicieron ustedes”. El nazi no llegó a entender lo que le decía el pintor y se fue con los suyos. Hoy, en la sala donde el Consejo de Seguridad de la ONU y el Secretario General de la Organización presentan y responden, figura un tapiz – copia del Guernica para mostrar los horrores de la guerra, aunque Picasso no habló de la guerra en general, expuso el resultado del nazismo tomando a Guernica como adelanto de lo que iba a hacer en la Segunda Guerra Mundial. Ahora en la ONU se expone la imagen terrible, pero no deja de golpear por dentro al que la contempla, el dolor se convierte en burla cuando sabemos que el dueño del tapiz que se expone al mundo es un miembro de la familia Rockefeller. Esa familia experimentaba con vacunas antireproductivas en busca de la eliminación racista de la población en EEUU, adelantándose al régimen nazi que después financiaría, pero eso es solo un capítulo del nazismo, si quieren leer algo al respecto les recomiendo un artículo sobre el caso: https://rebelion.org/la-fundacion-rockefeller-y-el-exterminio-racista-de-la-poblacion-mundial/