La emergencia de la tecnociencia está situada en la década de los 80, en Estados Unidos, en un contexto en el que la convergencia progresiva entre ciencia y tecnología se vio agudizada por el surgimiento, desarrollo y expansión de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), sistema que mediatizó cada vez más la investigación científica. Su precedente fue el fracaso estadounidense en la guerra de Vietnam y la amplia contestación social que se suscitó en esa nación, y en la propia Europa, contra la macrociencia o Big Science militarizada.