El nuevo faszzzismo brota del capitalismo con varias capas de protección, a partir de su idea principal.
- ¿Qué puede usted quitar a un moribundo pobre?:
- El último suspiro en la agonía.
- ¿Pero la agonía es la puerta del fin, no es un bien?
- ¡Sí! ¡En ella hay resistencia! ¡El suspiro! ¡Vivo muerto! ¡vivo muerto! ¡hay resistencia! ¡hay que apropiarse de ese bien! Y ya, después, entonces, soltamos la carcajada hasta que nos duela el pecho, hasta que la escuchemos rebotar, macabra, espeluznante. Nos reímos todos, yo el amo y mis servidores, hasta hartarnos; después les ordeno: “hagámonos los trágicos, ¡ay!, ¡ay!”, y seguimos, robamos y engañamos. ¡Quiero esos aplausos! ¡y vuestros suspiros!
Lo escucho, lo veo, atención, el nuevo faszzzismo.