La sociedad cubana, el pueblo cubano, ha elegido a sus candidatos y los encauzan las organizaciones de masas, sindicales, estudiantiles, de la mujer, deportivas, culturales, … no puede quedar nadie sin su derecho a elegir a quien considera la mejor o el mejor. En el proceso se conforma una candidatura representativa de todos los espacios sociales, y sobre esa matriz las personas elegidas por su honestidad, su capacidad política, su entrega, realizan la siguiente muestra de poder popular: fortalecer los avances, recoger y modificar, exponer su proyecto, todo lo que deba ser cambiado. Así se manifiesta la transformación social por la que el pueblo cubano trabaja a diario y con la que se defiende del imperio.