En la primera parte de Yo si se quien es el enemigo, exponía varios textos sobre el daño que el imperialismo causa en los jóvenes, en su interés para dominarlos mentalmente, psicológicamente, culturalmente. En otro de los textos señalaba por qué el no leer, herramienta de fortalecimiento personal y de clase, facilita al capitalismo la dominación hasta el punto de no necesitar prohibir u ocultarse, diríamos que es tan grande la corrupción que ha alcanzado nuestra capacidad de pensamiento. En un tercer texto ponía la vista en la importancia de mantener la distancia con ese aparato de dominación contra la humanidad, preservar la cultura obrera y su fortaleza ideológica, claridad como útil para impedir que la ideología burguesa perpetúe su dominio. Por último señalaba un texto en el que se denunciaba lo que prohíbe la burguesía porque no le gusta, como es capaz hasta de eliminar sus propias leyes si es que alguna te daba algún derecho a profundizar y decidir en sentido contrario a sus intereses, y el por qué lo hace en su intento de dominar a la juventud, dominio a base de hambre y engaños que nos cae encima a toda la clase obrera. Si no recuerdas el artículo te pido que lo repases.