Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Definir la opción de emigrar como un acto contrarrevolucionario, fue una manera de enfrentar la política norteamericana encaminada a promover la emigración en Cuba. Aunque el fenómeno no ha dejado de tener causas y consecuencias políticas relacionadas con el enfrentamiento con Estados Unidos y su impacto en la vida nacional, las consecuencias de esta valoración subjetiva, simplificadora de un fenómeno tan complejo, ha trascendido sus intenciones disuasivas originales, para convertirse en parte de una cultura política, que complica la manera de enfrentar este fenómeno en la actualidad.