Todos los lugares de los que vengo / resistieron a sus invasores, no hay hombre libre / con quien / no esté unido por lazos de parentesco; y no hay un / solo árbol / ni una sola nube con los que yo no esté en deuda. / Y mi desprecio / por los sionistas no me impedirá decir que también / fui un judío al que expulsaron de Al – Ándalus, / y que todavía / le encuentro sentido a la luz de aquel ocaso. / En mi casa hay una ventana que da a Grecia, / un ícono que apunta a Rusia, un dulce aroma / que llega de Hiyaz a la deriva, / y un espejo: en cuanto me paro frente a él me veo sumergido en la primavera de los jardines / de Shiraz, Isfaján y Burará. / Y si no es así, uno no es árabe.
Fragmento del poema titulado Carné de identidad. Autor, el gran poeta palestino, Najwan Darwish.