Paco Azanza Telletxiki - Cubainformación - Baraguá.- No diré que los imperialistas yanquis y europeos son unos necios crónicos, pero sí que el ansia de lucro y poder les convierte muy a menudo en individuos carentes de raciocinio. En Cuba, la oligarquía nacional y extranjera siempre tuvo mucha fuerza, cierto, pero fortaleza no es sinónimo de inteligencia. Cegados por su parásita codicia pusieron en serio riesgo el mantenimiento de sus inmensos e injustos privilegios, tanto que, por querer más y más, finalmente acabaron perdiéndolos todos. Los imperialistas y sus obedientes lacayos apretaron demasiado la soga alrededor del cuello de los oprimidos, y éstos, sencillamente, no tuvieron otra alternativa que recurrir, con éxito, al único método eficaz que les quedaba para alcanzar la soberanía de la nación y hacerse con las riendas de su propio destino: el reinicio de la Guerra Necesaria. A eso obedeció el asalto al Cuartel Moncada aquel 26 de Julio de 1953, cuyo autor intelectual, sabemos, fue José Martí.