Obama, el premio nobel de la paz por matar más que nadie anterior a él, llamaba “torcer el brazo” a chantajear a un gobierno o a un personaje para que obedeciese su deseo, que era el de los cabecillas del complejo de la matanza humana, eso que el imperio le da el nombre de “complejo militar industrial financiero”, el negocio de la muerte. Siempre han hecho eso, todos los pueblos tienen sus propios ejemplos de cómo el imperio les ha forzado, engañado, corrompido, secuestrado a algún miembro de gobierno, a cualquier resistente, a mujeres y hombres que les quita la vida en torturas, forma parte de su libreto de hacer conquistas. La congresista estadounidense Victoria Nulan, la que dijo “Que se jodan los europeos” como respuesta al daño que causaría la guerra en Europa, ha declarado en estos días que los que tienen a su servicio van a emplear “métodos efectivos para que “algunos” hagan lo que se les manda”. No hablamos de magnicidios, de guerras, de bloqueos, de sufrimientos a los pueblos por la inhumanidad de todo el aparato capitalista imperialista, hablamos de los actos dirigidos personalmente a algunos” dirigentes de un pueblo al que se pretende robar, (¿será el caso del atentado al primer ministro de Eslovaquia, Señor Robert Fico?), magnicidios, torturas y crímenes que resultan del actuar común del sionazi, esa entidad artificial que siempre permaneció al margen de la Ley, tal y como hace el régimen estadounidense porque ya no le interesan los organismos internacionales, ya no saca nada de ellos, por eso quiere hacer lo que sea para imponer su ley, … un momento, concretemos, hablamos de su accionar criminal empleando como parapeto a seres humanos indefensos.