Hernando Calvo Ospina.- Español / Français - “Nos odian porque somos el único país diferente en el mundo. Nosotros no nos dejamos joder de ellos ni de nadie".

Wilkie Delgado Correa* - Cubainformación.- Un libro propio es como un hijo soñado

La lectura de un libro deseado siempre es una aventura con sorpresas emocionantes. Cuando se trata de un libro propio y salido de la imaginación y el esfuerzo intelectual es como el encuentro con un hijo soñado.

Ramón Pedregal Casanova.

En la nota anterior les invité a leer “Los intelectuales y la guerra: de la retirada a la rendición”, de James Petras, y les dije que lo releería, resumiría. Les dejo mis apuntes.

1ª Parte. Introducción.

En la 1ª Parte explica el desarrollo de la decadencia izquierdista de occidente comenzando por Afganistán, aunque advierte que se venía dando desde los años 60 del siglo XX, pues ante la guerra de Vietnam se observó como había intelectuales que apoyaban al aparato militar estadounidense, aunque, eso sí, hasta que se vio que podían perder la guerra, entonces se dieron la vuelta. En la década siguiente se observó que la relación de algunos sectores de la intelectualidad dejaban su comunicación con las organizaciones sociales que estaban en la calle contra la guerra y el racismo y se establecían entorno al Partido Demócrata y su dirección liberal, G. MacGovern.

Después “descubrieron” las “virtudes” del imperialismo con Carter. Fue cuando el antiimperialismo derrotó las dictaduras proestadounidenses de Etiopía, Nicaragua e Irán, más Afganistán, Angola, Mozambique y Guinea Bissau. Entonces el régimen estadounidense se lazó a la guerra de desgaste contra los gobiernos antiimperialistas, ¿el argumento?: eran “guerras humanitarias”, y por eso armaban a la reacción: Savimbi en Angola, “contras” en Nicaragua, Renimo en Mozambique, y los señores de la guerra en Afganistán.

Ramón Pedregal Casanova.

“ … están los judíos, a los que hemos prometido introducir en Palestina, y que dan por descontado que la población local será expulsada en beneficio de ellos”.

25 de octubre de 1919, declaración de Winston S. Churchill.

Gerardo Moyá Noguera*.- La empresa armamentista más grande del mundo, Lockheed Martín, que esta ubicada en el imperio/EEUU y se convierte en una máquina de matar, como sucede en Ucrania. Los dueños o fabricantes de dicho armamento se sienten plenamente satisfechos, no nos cabe la más mínima duda.                     

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