A pesar de las deficiencias de los estudios demográficos del Buró del Censo que tienden a subestimar en un alto porcentaje el número real de latinoamericanos y otras minorías que vivimos en este país, éstos son los mejores estimados que existen sobre nuestra población.
Según los mismos, en el 2007 éramos 45,504,311 los latinoamericanos y nuestros descendientes nacidos aquí los que vivíamos en Estados Unidos, el 15.1% de la población general que en aquel momento se consideraba ser de 301,621,157 personas. De estos 45 y medio millones de personas 27,328,758 eran nacidos aquí y 18,049,838 éramos nacidos en el extranjero.
Entre el 2000, año en que se realizó el más reciente censo general de la población, y el 2007, la población hispana (los latinoamericanos y sus descendientes nacidos aquí), creció en 10,174,116 personas. Desde el 2000 los latinoamericanos y nuestros descendientes nacidos aquí somos responsables del 50.4% del aumento del total de la población del país. Desde ese año este aumento se debe al aumento natural (nacimientos menos fallecimientos) de nuestra población y no al aumento de la misma a través del proceso migratorio como fue en el pasado.
Somos así la minoría más numerosa. El grupo mayoritario lo compone aquellos que el Buró del Censo califica como “blancos, no hispanos” quienes en el 2007 sumaban 198,594,527 personas que equivale al 65.8% de la población. Los “negros, no hispanos”, como los califica el Buró del Censo, eran 36,624,935 personas, que equivale al 12.1% de la población de entonces. Los “asiáticos, no hispanos” le siguen en número a éstos siendo, 13,100,861 personas o el 4.3% de la población. El resto del total de la población, categorizada como “no hispano”, era el 2.6% del total y sumaron 7,922,240 personas.
De acuerdo a los estimados del año 2007 del Buró del Censo, de entre nosotros, por origen de país, los mexicanos eran los más numerosos: 29,189,334; de estos, 17,554,022 eran nacidos aquí, y 11,635,312 nacieron en México. Le siguen los puertorriqueños quienes sumaban 4,114,701. Después venimos los cubanos quienes sumamos 1,608,835; de éstos, 631,577 (39.3%) nacidos en este país, y 977,258 (60.7%) nacimos en Cuba.
Le siguen en el siguiente orden: los salvadoreños quienes sumaban 1,473,482, de los cuales 498,882 (33.9%) eran nacidos aquí y 974,600 (66.1%) nacieron en El Salvador; después los dominicanos quienes sumaban 1,198,849, de los cuales 477,826 (39.9%) eran nacidos aquí y 721,023 (60.1%) nacieron en la República Dominicana. Le siguen los guatemaltecos quienes sumaban 859,815 de los cuales 266,946 (31%) eran nacidos aquí y 592,867 (69%) nacieron en Guatemala. Después vienen los colombianos quienes sumaron 797,195 de los cuales 244,083 (30.6%) nacieron aquí y 553,112 (69.4%) nacieron en Colombia.
Por cuestión de espacio no puedo enumerar el número de los demás latinoamericanos que el Buró del Censo estimó que vivían en Estados Unidos. Pero en orden de sus números a los colombianos le siguen: los hondureños, ecuatorianos, peruanos, nicaragüenses, argentinos, venezolanos, panameños, costarricenses, chilenos, bolivianos, uruguayos y finalmente los paraguayos.
Todos sabemos que dada la injusta y cruel persecución que los inmigrantes indocumentados sufren en Estados Unidos estas cifras, en la inmensa mayoría de los casos (la excepción, por nuestra situación migratoria privilegiada, por razones políticas, somos los cubanos) tienen mucho que distar de la realidad.
Pero a pesar de todo, para conocernos mejor, es bueno saber el número de nosotros que las cifras oficiales estiman que somos los que vivimos en este país.
Entre el 2000, año en que se realizó el más reciente censo general de la población, y el 2007, la población hispana (los latinoamericanos y sus descendientes nacidos aquí), creció en 10,174,116 personas. Desde el 2000 los latinoamericanos y nuestros descendientes nacidos aquí somos responsables del 50.4% del aumento del total de la población del país. Desde ese año este aumento se debe al aumento natural (nacimientos menos fallecimientos) de nuestra población y no al aumento de la misma a través del proceso migratorio como fue en el pasado.
Somos así la minoría más numerosa. El grupo mayoritario lo compone aquellos que el Buró del Censo califica como “blancos, no hispanos” quienes en el 2007 sumaban 198,594,527 personas que equivale al 65.8% de la población. Los “negros, no hispanos”, como los califica el Buró del Censo, eran 36,624,935 personas, que equivale al 12.1% de la población de entonces. Los “asiáticos, no hispanos” le siguen en número a éstos siendo, 13,100,861 personas o el 4.3% de la población. El resto del total de la población, categorizada como “no hispano”, era el 2.6% del total y sumaron 7,922,240 personas.
De acuerdo a los estimados del año 2007 del Buró del Censo, de entre nosotros, por origen de país, los mexicanos eran los más numerosos: 29,189,334; de estos, 17,554,022 eran nacidos aquí, y 11,635,312 nacieron en México. Le siguen los puertorriqueños quienes sumaban 4,114,701. Después venimos los cubanos quienes sumamos 1,608,835; de éstos, 631,577 (39.3%) nacidos en este país, y 977,258 (60.7%) nacimos en Cuba.
Le siguen en el siguiente orden: los salvadoreños quienes sumaban 1,473,482, de los cuales 498,882 (33.9%) eran nacidos aquí y 974,600 (66.1%) nacieron en El Salvador; después los dominicanos quienes sumaban 1,198,849, de los cuales 477,826 (39.9%) eran nacidos aquí y 721,023 (60.1%) nacieron en la República Dominicana. Le siguen los guatemaltecos quienes sumaban 859,815 de los cuales 266,946 (31%) eran nacidos aquí y 592,867 (69%) nacieron en Guatemala. Después vienen los colombianos quienes sumaron 797,195 de los cuales 244,083 (30.6%) nacieron aquí y 553,112 (69.4%) nacieron en Colombia.
Por cuestión de espacio no puedo enumerar el número de los demás latinoamericanos que el Buró del Censo estimó que vivían en Estados Unidos. Pero en orden de sus números a los colombianos le siguen: los hondureños, ecuatorianos, peruanos, nicaragüenses, argentinos, venezolanos, panameños, costarricenses, chilenos, bolivianos, uruguayos y finalmente los paraguayos.
Todos sabemos que dada la injusta y cruel persecución que los inmigrantes indocumentados sufren en Estados Unidos estas cifras, en la inmensa mayoría de los casos (la excepción, por nuestra situación migratoria privilegiada, por razones políticas, somos los cubanos) tienen mucho que distar de la realidad.
Pero a pesar de todo, para conocernos mejor, es bueno saber el número de nosotros que las cifras oficiales estiman que somos los que vivimos en este país.
