Prensa Latina.- La cumbre de las más fuertes economías tuvo la urgente responsabilidad de fijar políticas que sanen definitivamente al sistema financiero global, subrayó hoy un editorial del diario The New York Times.
En tiempos normales nadie espera mucho de asambleas internacionales, pero la magna reunión del Grupo de los 20 coincidió con un deterioro de la economía mundial, señala el influyente rotativo neoyorquino.
En la junta de Londres que concluyó este jueves, estadistas aconsejaron combatir el proteccionismo de la industria nacional y activar un monto billonario de dólares para préstamos y garantías comerciales.
Sin embargo -apunta la publicación-, en lo que fallaron los participantes en la reunión de los industrializados y emergentes fue en aprobar una iniciativa que concedía miles de millones de dólares para armar un paquete de estímulo fiscal.
Con el gasto de los consumidores y las inversiones en negocios en pleno colapso en el ámbito mundial, los países ricos deben ponerse de acuerdo para disponer los recursos que el mundo necesita, indica el New York Times.
El G-20 se comprometió con su llamado a la transparencia financiera y mejores sistemas de alerta para evitar la repetición de nuevos ciclos de riesgo. Sospechamos que urge mucho más para que el mercado se siente seguro, concluye el diario.
Los gobernantes reunidos en la cumbre del G-20 acordaron dar un billón de dólares al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que estos foros canalicen ayudas a las naciones más necesitadas.
El primer ministro británico, Gordon Brown, definió al cónclave como el fin de la era del Consenso de Washington, y dijo que los 20 países aplicarán políticas para reprimir a los paraísos fiscales y regular los fondos de alto riesgo.
Añadió que se dará a las potencias emergentes un mayor poder en las decisiones que afectan la economía mundial.
Según Brown, los paquetes de estímulo anunciados por los países en desarrollo son los más amplios de la historia.
