En cuanto a los liberales se quedarían en 14,5 puntos porcentuales, seguidos de La Izquierda con el 14 y Los Verdes con 10,5.
Similares datos ofrecieron las encuestas de los canales públicos de televisión ZDF y ARD, con lo cual se confirma la tendencia del voto que ofrecen a la fuerza política conservadora liderada por la Merkel y sus aliados liberales entre 320 y 324 de las 598 bancas parlamentarias disputadas en los comicios.
De confirmarse los sondeos, el líder liberal Guido Westerwelle pondría fin a 11 años de oposición y se convertiría en el vicecanciller germano, al gobernar en alianza política con el bloque conservador.
Como característica, las últimas elecciones alemanas se han visto requeridas de coaliciones de los partidos, para alcanzar la mayoría necesaria como requisito para formar gobierno, como pronostican los actuales sondeos, cuando una mínima cifra de 48 por ciento permitiría sellar el acuerdo de centro-derecha.
El partido demócrata cristiano realizó una campaña centrada en el liderazgo, bajo el lema "lo importante es la canciller". En 1969, los democristianos fueron tras la mayoría absoluta y su fracaso empujó a la coalición socialdemocracia-liberales, con Willy Brandt a la cabeza.
Aprendida la lección de 13 años en la oposición, los conservadores, con la Merkel a la cabeza, han utilizado muy bien la popularidad de la primera mujer con el cargo de canciller, además de que la propia líder promovió a sus deseados aliados liberales, sin descartar mantener la unión con la socialdemocracia en caso necesario.
Los resultados del gobierno en el manejo de la crisis económica, con el anuncio de la salida de la recesión, cambiaron las críticas a la canciller acusada de "pasividad", y ahora se tornan en valoraciones de "prudencia".