CubaDebate.- El ex presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el nicaragüense Miguel D’Escoto, que asiste a la cumbre social sobre cambio climático en Bolivia, sostuvo que la ONU actual es “un fraude, es una mentira (y) es una dictadura”.
“No son Naciones Unidas, son naciones sometidas a la voluntad del imperio y tiene una serie de amarres de todo tipo en la carta que está en vigencia para evitar que se reforme”, afirmó en declaraciones difundidas hoy por la radio estatal Patria Nueva.
El también ex canciller de Nicaragua hizo estas consideraciones al referirse a la creación de un tribunal internacional de justicia climática, una de las propuestas que se debaten en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático que se realiza en Tiquipaya.
D’Escoto, cuya gestión en el organismo internacional terminó en septiembre de 2009, propuso en el evento establecer este tribunal “dentro del contexto de unas Naciones Unidas reinventadas porque la ONU actual es un fraude, es una mentira, es una dictadura”.
Aseguró que la reinvención de la ONU tiene que ser “rápida” y debe darse desde afuera, pues consideró que proponer el cambio desde adentro sería “una muerte súbita” por todas las “trabas” internas del organismo.
“Esta es una batalla que tiene que darse formando un bloque sólido de presidentes progresistas que después se encarguen ellos de convencer a los otros presidentes”, dijo.
Las críticas de D’Escoto coincidieron con el rechazo de los sectores sociales a la presencia de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica Para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena, en el acto de inauguración de la cumbre social, que tuvo lugar ayer.
Bárcena leía el mensaje enviado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, a la cumbre y fue interrumpida por silbidos y abucheos de los asistentes al acto en el estadio de Tiquipaya.
En días anteriores, el presidente Morales, criticó que en Naciones Unidas “nunca se debaten los problemas de los pueblos” y planteó con ese propósito la creación de la Unidad de Naciones Originarias y Obreras del Mundo (UNO), aunque aclaró que no se trataría de una entidad paralela a la ONU
