Pepe Ruiz Durán - Cubainformación.- Hay algo mas allá de los acotecimientos de estos últimos días que muchos se niegan a ver por simple miopía política. La crisis ha abierto una brecha en el sistema, quizá irreversible. La socialdemocracia, arrastrada por los acontecimientos, ha perdido su amable rostro y se ha puesto de manifiesto quien es el que gobierna y quien es el que da las órdenes tanto en Grecia como en España.

Cuando el que manda es el Capital la democracia se convierte en una burda caricatura de lo que pretende ser o aparentar. El FMI, la UE, los USA ..., en fin, los centros de los que ha nacido la crisis, imponen sus condiciones de ajuste duro. El Gobierno ha ido a por los funcionarios y los pensionistas, las clases dependientes. Las grandes fortunas quedan al margen, no se descarta, dicen eufemísticamente, aunque ya las descartaron hace tiempo cuando suprimieron el impuesto que las gravaba, el Impuesto del Patrimonio, cuando no se tocan los gastos militares, cuando mantene la "Misión de Paz" de Afganistán está costando una verdadera fortuna y permanecen intocables los privilegios fiscales de la Iglesia Católica, cuando la ridícula subida del 0,3 por ciento de este año ha sido, mas que una congelación salarial, una reducción del nivel adquisitivo en relación al crecimiento del IPC.

No confío demasiado en unos sindicatos que han acabado conviertiéndose en un engranaje mas del sistema, con sus liberados y sus subvenciones y que, tras convocar testimonialmente movilizaciones y paros se acabarán plegando a los requerimientos de la "razonabilidad", ""responsabilidad" y demás "bilididades" que sean necesarias.

Lo que tampoco se puede permitir es que lo que convencionalmente llamamos derecha, que es la opción mas afín al neoliberalismo que nos ha llevado a la crisis, sea la que acabe sacando tajada de la situación y beneficiándose políticamente.

Es cierto que la Socialdemocracia ha quedado como lo que es y siempre ha sido, un bastión de la reacción, ¿cuándo no lo ha sido?, pero tampoco es menos cierto que la otra opción, la neoliberal conservadora es su complemento necesario y entre ambas se bloquea la sociedad civil y se pierde de vista cualquier otra alternativa o posibilidad.

Una situación de crisis nos hace ver las cosas con mas claridad y lo que antes permanecía oculto en las brumas del Estado del Bienestar ahora aparece y se muestra con mayor claridad, nos permite asomarnos a la esencia misma del sistema e incluso vislumbrar que hay algo mas allá de ese sistema, de esas dos alternativas, tan falsas como enajenantes.

Mas allá de la huelga general se encuentra la alternativa de una movilización social, cuya mecha ha empezado a arder en Grecia y ahora está llegando a España, saltará a Portugal, a Italia ... la mecha de la Revolución Socialista, el legado de Octubre de 1917 que vuelve a resurgir, la salida revolucionaria a la crisis.