Prensa Latina.- El Gobierno venezolano ha calificado de ilegales y violatorias del derecho internacional, las sanciones anunciadas por Estados Unidos contra Petróleos de Venezuela (PDVSA), las cuales estudia para emitir respuestas que garanticen su soberanía.

Manifestamos un contundente repudio a esos mecanismos imperiales que violan la Carta de la ONU, y nos reservamos las respuestas adecuadas a esta agresión, afirmó el canciller, Nicolás Maduro, en una rueda de prensa sobre las medidas de Washington, enmarcadas en su política contra países que mantienen relaciones con Irán.

De acuerdo con Maduro, se trata de acciones unilaterales que siguen la postura antivenezolana de la administración de George W. Bush (2001-2009).

Recordemos como se utilizó la industria petrolera para afectar la estabilidad política y social del país, desde el Golpe de Estado de abril de 2002, precisó en esta capital ante una pregunta de Prensa Latina.

Para el canciller, las sanciones contra PDVSA forman además parte de una escalada de la Casa Blanca en su agresividad hacia países del Sur.

"Sin embargo, lo único que consigue con sus medidas es acelerar la conciencia mundial en torno a la necesidad de detener esas agresiones y la estructura hegemónica de Estados Unidos", apuntó.

Respecto a la respuesta del Gobierno venezolano, Maduro mencionó las evaluaciones en curso para a su tiempo dar los pasos correspondientes.

Nuestros equipos estudian el escenario, así como la posibilidad de llevar ante la ONU la denuncia de estas pretendidas leyes supranacionales que esgrime Estados Unidos, violatorias del derecho internacional, dijo a Prensa Latina.

El ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, consideró las sanciones un ataque de Washington para debilitar la OPEP, en su empeño de controlar los recursos naturales del planeta.

Ramírez también destacó la fortaleza del sector en Venezuela, a partir de la aplicación de la política de plena soberanía petrolera, garante del control sobre las mayores reservas de crudo del mundo, las cuales rondan los 300 mil millones de barriles.

Ambos dirigentes ratificaron además los lazos de hermandad con Irán, respaldados por alianzas estratégicas para el desarrollo energético, agrícola, tecnológico y social.