Por  Orestes Martí*/ Martianos-Hermes-Cubainformación.- En nuestro trabajo anterior, abordamos el mito según el cual los EE.UU. estarían luchando en Afganistán para derrotar al Talibán (Afganistán: 10 años después (I). Mito 1: Estamos luchando para derrotar a los talibanes)**. No parece necesario abundar sobre ese tema y si abordar entonces el segundo "mito", según la declaración de March Forward. Afghanistan war myths: 'The truth is killing us' (Afganistán mitos de guerra: "La verdad no está matando") a saber: Mito 2: Estamos luchando para derrotar a Al Qaeda.

Como que siempre resulta interesante dar una perspectiva histórica al tema objeto de análisis, ofrecemos al lector algunas notas, de la mano del ya citado historiador Howard Zinn. En su libro "La otra historia de los Estados Unidos, en el Post Scriptum, Zinn escribe: "..... Nueve meses después de instalado Bush en la presidencia, el 11 de septiembre de 2001 un evento cataclísmico desplazó otros temas al traspatio.... En todo el país, los norteamericanos observaron, horrorizados, el colapso de las torres en sus pantallas de televisión., un infierno de concreto y metal que enterró a miles de trabajadores y a cientos de bomberos y policías que habían ido a rescatarlos... Era un asalto sin precedentes contra enormes símbolos de la riqueza y el poder norteamericanos, llevado a cabo por nueve hombres del Medio Oriente, la mayoría de Arabia Saudita..... De inmediato el presidente Bush declaró una guerra contra el terrorismo, y proclamó: No debemos hacer distinciones entre los terroristas y los países que albergan a terroristas... Rápidamente el Congreso aprobó una resolución otorgándole a Bush el poder de proceder con acciones militares sin la declaración de guerra requerida por la Constitución. La resolución fue aprobada de manera unánime por el Senado. En la Cámara de Representantes disintió sólo un miembro: Bárbara Lee, una afroamericana de California.... Partiendo de la suposición de que el militante islámico Osama Bin Laden era el responsable de los ataques..- y de que estaba en algún lugar de Afganistán, Bush ordenó el bombardeo de ese país.... Pero al cabo de cinco meses de bombardear Afganistán, durante su discurso sobre el estado de la Unión, tuvo que admitir que decenas de miles de terroristas entrenados estaban sueltos, y que docenas de países estaban acogiendo a terroristas....

"...Aún más, los meses de bombardeo había sido devastadores para un país que había atravesado décadas de guerra civil y destrucción. El Pentágono sostuvo que sólo se estaban bombardeando objetivos militares, que las muertes de civiles eran desafortunadas, un accidente lamentable. Sin embargo, de acuerdo con grupos de derechos humanos y con reportajes publicados por la prensa norteamericana y europea, al menos mil o quizás 4 mil personas fueron asesinadas por las bombas norteamericanas...

"... Pero la catástrofe humana causada por los bombardeos de Afganistán no estaba siendo transmitida a los norteamericanos por la prensa del mainstream y por las grandes cadenas de televisión, que parecían decididas a mostrar su patriotismo... El jefe de la cadena de televisión CNN, Walter Isaacson, envió un memo a su equipo: decía que las imágenes de baja de civiles debían ir acompañadas de una explicación de que eran en represalia por albergar terroristas. Parece perverso concentrarse en las bajas de Afganistán, dijo.... El gobierno de los EE.UU. hizo grandes esfuerzos para controlar el flujo de información desde Afganistán. Bombardeó el edificio de la mayor estación de televisión en el Medio Oriente, Al-Jazeera, y compró una estación de satélite que estaba tomando fotos mostrando los resultados de los bombardeos.. Las revistas de circulación masiva auspiciaron una atmósfera de venganza. Uno de los redactores de Time, bajo el titular de La Razón para la Ira y la Retribución, se pronunció por una política enfocada a la brutalidad. Un popular comentarista televisivo Bill O´Reilly, hizo un llamado para que los EE.UU.. bombardearan la infraestructura afgana hasta hacerla añicos (el aeropuerto, las termoeléctricas, los acueductos y las carreteras).... En enero de 2002, algunos de los familiares de las víctimas viajaron a Afganistán para reunirse con familias afganas que habían perdido a sus seres queridos durante los bombardeos norteamericanos.... "

Pasemos ahora a lo que detalla la declaración de March Forward!:

"Al-Qaeda casi no tiene presencia en Afganistán. Cuando se le preguntó en junio sobre el número de los miembros del grupo tiene en todo el país, el director de la CIA, Leon Panetta, casualmente comentó, "cuando más, estamos viendo de 50 a 100, tal vez menos." ¿Cómo es posible que los Estados Unidos, puedan estar librando una guerra con cerca de 100.000 soldados y decenas de miles de mercenarios para derrotar a una organización del tamaño de un equipo de fútbol?.

Al-Qaeda casi no tiene presencia en Afganistán. Cuando se le preguntó en junio sobre el número de los miembros del grupo tiene en todo el país, el director de la CIA, Leon Panetta, casualmente comentó, "cuando más, estamos viendo de 50 a 100, tal vez menos." ¿Cómo es posible que los Estados Unidos, puedan estar librando una guerra con cerca de 100.000 soldados y decenas de miles de mercenarios para derrotar a una organización del tamaño de un equipo de fútbol?

Al igual que los del Talibán, muchos miembros de Al-Qaeda, incluido Osama Bin Laden, recibieron apoyo de EE.UU. durante la guerra contra la República Democrática de Afganistán en la década de 1980. Robin Cook, quien fue secretario de Relaciones Exteriores del gobierno británico entre 1997 y 2001, escribió que "a lo largo de los años 80 él [Bin Laden] fue armado por la CIA y financiado por los saudíes para emprender la yihad".

Sin embargo, Al-Qaeda y los talibanes son organizaciones completamente separadas. Al-Qaeda no participó en el gobierno anterior a la invasión de Afganistán. Los talibanes no sólo no jugaron ningún papel en los ataques terroristas del 11 de septiembre, sino que en realidad ofrecieron extraditar a Osama Bin Laden.

Los generales, los políticos y los medios de comunicación corporativos han tratado de dar la impresión al pueblo de los Estados Unidos, y especialmente los miembros del servicio armado, de que el gobierno afgano ha "albergado" a los miembros de Al-Qaeda. Sin embargo, Al-Qaeda es una red internacional sin vínculos formales con cualquier estado. Al-Qaeda tiene comandantes y agentes en más de 40 países diferentes; decir que el campo de batalla se encuentra en Afganistán es de risa. El 11 de septiembre, tenía presencia en muchos países de África y el Medio Oriente, 15 de los 19 secuestradores involucrados en los ataques eran de Arabia Saudita. Equiparar Al-Qaeda con Afganistán es una burda simplificación que sirve a los intereses de los especuladores de la guerra y los políticos belicistas".

Estimado lector, pudiera estar ya claro de que en efecto lo de la lucha para derrocar a Al-Qaeda es algo más que un "mito", es más bien una patraña; un invento para justificar una lucha contra un supuesto enemigo que "odia" a la nación norteamericana. Tal vez sea el momento de recordar entonces el artículo que publicó The National Catholic Reporter -que escribiera tres años antes de los ataques del 11-S, el ex teniente coronel de la Fuerza Aérea de los EE.UU. Robert Bowman, quién voló en más de 100 "misiones de combate" sobre Vietnam y después fuera ordenado obispo católico, sobre las raíces del terrorismo y el "odio" hacia el imperio:

"No nos odian porque practicamos la democracia, valoramos la libertad o defendemos los derechos humanos: Nos odian porque nuestro gobierno le niega estas cosas a los pueblos del Tercer Mundo, cuyos recursos son codiciados por nuestras corporaciones multinacionales. El odio que hemos demostrado nos ha sido devuelto en la forma de terrorismo. En vez de enviar a  nuestros hijos e hijas a matar árabes para que podamos tener el petróleo que está bajo sus arenas, deberíamos ayudarlos a reconstruir su infraestructura, a suministrarles agua limpia y a alimentar a sus niños hambrientos. En síntesis, deberíamos hacer el bien en lugar del mal. ¿Quién tratará de detenernos entonces? ¿Quién nos odiaría? ¿Quién querría atacarnos? Esta es la verdad que el pueblo norteamericano necesita escuchar".....

*Orestes Martí periodista y escritor cubano residente en Canarias.

**http://auto-hermes.ning.com/profiles/blogs/afganist-n-10-a-os-despu-s-i-por-orestes-mart