Sostuvo que existen suficientes razones para adoptar no solo medidas condenatorias de índole política, sino también decisiones vinculantes del Consejo para detener esos crímenes de Israel y sancionar a sus responsables.
Durante una sesión de la Asamblea General sobre la cuestión palestina, la delegación cubana apuntó que ese tema "pone al descubierto la hipocresía y el doble rasero de algunos países desarrollados que se autoproclaman paradigmas de la defensa de los derechos humanos".
"Los Estados Unidos de América impiden que el Consejo de Seguridad condene a Israel, muy diferente a lo que sucede contra países del Sur que se oponen y denuncian sus políticas imperiales", subrayó.
Al mismo tiempo criticó la pasividad e inactividad de ese órgano ante los actos de Israel y preguntó por qué no se sancionan los delitos contra el pueblo palestino ni se priva a sus responsables de los recursos económicos con que sustentan sus actos ni se limitan sus movimientos. Por qué la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) no se muestra preocupada por el constante atropello de los derechos humanos del pueblo palestino, a resultas de la agresividad de Israel, indagó.
La representación de Cuba recordó que el tema de la cuestión palestina figuró por primera vez en la agenda de la Asamblea hace 64 años y desde entonces no ha podido detener los crímenes de Israel contra el pueblo palestino ni revertir la ocupación de su territorio.
En ese sentido, condenó la construcción ilegal de asentamientos israelíes y de un muro en la Ribera Occidental del Jordán, así como el asesinato y daños causados a palestinos por los ataques del ejército de Tel Aviv y el bloqueo de la Franja de Gaza.
Más adelante, el delegado cubano reiteró el apoyo de la isla caribeña a la causa del pueblo palestino, a la defensa del ejercicio de sus derechos y al pedido ingreso del Estado Palestino como miembro de la ONU.
Asimismo, reiteró lo expresado en septiembre pasado ante la Asamblea General por el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, quien afirmó que tiene ese órgano la ineludible obligación moral, política y jurídica de garantizar el reconocimiento del nuevo Estado Palestino.
Y "debe hacerlo con o sin el Consejo de Seguridad, con veto norteamericano o sin él, con o sin nuevas negociaciones de paz", concluyó.
