Desde el 2003, esta institución mide anualmente la huella ecológica del planeta, el cúmulo de recursos y la forma en que los consumimos. En cada informe constata cómo los recursos naturales se agotan con mayor rapidez. Asegura que desde la década del 70 los seres humanos vivimos muy por encima de nuestros medios, y que para mantener el nivel de vida actual haría falta medio planeta suplementario.
La capacidad de regeneración de la Tierra es limitada, mientras la capacidad de consumo del ser humano parece ilimitada. Por tanto, el planeta no da abasto para cumplir con las exigencias que la humanidad le impone, acota la ONG que señala como única solución al problema la reducción sistemática de nuestra demanda de recursos y servicios a los ecosistemas.
"El cambio climático, como consecuencia de los gases de efecto invernadero que se emiten más rápido de lo que pueden ser absorbidos por bosques y océanos, es la consecuencia más tangible y urgente". "Las crisis ambientales y financieras que estamos experimentando son los síntomas de una inminente catástrofe. La humanidad está simplemente usando más de lo que el planeta puede proveer".