La última lección de democracia representativa en España tuvo un saldo provisional de 32 personas heridas, 16 de ellas trasladadas a hospitales, y un caso grave con una posible lesión medular. Mientras, otras 23 fueron retenidas por las autoridades, informa El País.
La violencia comenzó en horas de la tarde, cuando un grupo de manifestantes intentó sortear las primeras barreras de seguridad que protegían el órgano legislativo. Las arremetidas policiales continuaron por varias horas.
El Congreso español, que la Constitución ibérica establece como el representante del pueblo, estaba blindado con 1 300 agentes antidisturbios, y 30, de los 52 grupos operativos de las Unidades de Intervención Policial de todo el país, se mantenían movilizados en la capital.