“Oriente Próximo es un barril de pólvora y el fuego se le acerca cada vez más. No hace falta hablar únicamente de la respuesta siria, sino de lo que podría producirse tras el primer ataque. Nadie puede saber lo que pasará. Todo el mundo perderá el control de la situación mientas el barril de pólvora explotará. El caos y el extremismo se extenderán. El riesgo de una guerra regional existe”, advierte el presidente sirio.
Washington y París -una vez que Londres se ha descabalgado por el rechazo del Parlamento británico- planean dar una respuesta militar al presunto ataque con armas químicas que atribuyen al gobierno de Assad. Con todo, Obama anunciaba este fin de semana que él también pedirá autorización al Congreso.
¿Puede demostrar que su ejército no recurrió a armas químicas el 21 de agosto en la periferia de Damasco?, pregunta ‘Le Figaro’.
“Quien me acuse debe dar pruebas. Obama y Hollande han sido incapaces [de dar pruebas]. (…)”
