Waldo Mendiluza - Prensa Latina.- El espionaje masivo y el uso de drones asesinos, dos de los componentes de la llamada guerra antiterrorista de Estados Unidos, recibieron el rechazo de la ONU, aunque sin mencionar de manera directa a sus principales practicantes.

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Por primera vez, la Asamblea General adoptó este miércoles resoluciones que reflejan con claridad la oposición de la comunidad internacional a la excesiva vigilancia de las comunicaciones y al uso de vehículos aéreos no tripulados para bombardear civiles, por su amenaza a los derechos humanos elementales.

El órgano que acoge a los 193 países independientes del planeta aprobó por consenso una iniciativa de Brasil y Alemania que llama a proteger la privacidad de las personas en la era digital.

La resolución recoge las preocupaciones globales por el escrutinio masivo en Internet, el espionaje a gran escala contra otros países y la recolección de datos personales.

También insta a adoptar medidas para prevenir y detener cualquier violación de los derechos humanos como resultado de la vigilancia electrónica, y a la revisión de prácticas, procedimientos y leyes en este ámbito.

Aunque en el texto no se mencionan países o situaciones específicas, nadie duda de que se trata de un primer paso legal en respuesta al espionaje de Washington contra más de 30 naciones, revelado por el exintegrante de la comunidad de inteligencia norteamericana Edward Snowden.

De hecho, los avatares de la diplomacia obligaron a que fuera suavizado el proyecto discutido semanas antes en la Tercera Comisión de la Asamblea General, encargada de asuntos humanitarios, lo cual generó malestar en algunos por la moderación del lenguaje inicial, en aras de garantizar el consenso en ese foro.

En este escenario, la resolución recibió el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, conocidos como "el club de los cinco ojos", por su cooperación en materia de espionaje.

De acuerdo con el relator especial de la ONU para el derecho a la libertad de opinión y expresión, Frank La Rue, el documento es solo un paso dentro de los necesarios para prevenir el excesivo escrutinio en las comunicaciones.

También el empleo de drones armados fue colocado en la palestra, al incluirse el tema en una resolución de casi 30 párrafos adoptada por unanimidad en la Asamblea General, relacionada con el contra-terrorismo.

Cientos de civiles asesinados en Afganistán, Yemen y Pakistán por artefactos estadounidenses han generado denuncias, críticas y preocupaciones en gobiernos y defensores de los derechos humanos.

Precisamente Pakistán desarrolló una fuerte ofensiva diplomática que hizo posible la inclusión del asunto en la iniciativa, que convoca a utilizar los drones en sintonía con las leyes internacionales y el apego a principios como la distinción y la proporcionalidad.

Sin menciones específicas, el texto insta a los países a buscar con urgencia acuerdos que respondan a la cuestión legal del uso de los vehículos aéreos no tripulados en operaciones antiterroristas.

La resolución además abre espacio para que se investiguen de forma independiente e imparcial los hechos con claros indicios de ruptura de la legislación y el derecho internacionales.

Hace poco más de una semana, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, llamó la atención sobre el empleo de los drones.

"Los drones pueden usarse para propósitos positivos, pero también son dotados de armas para el ataque remoto a individuos, sin que medien procesos legales", advirtió el pasado 10 de diciembre, a propósito del Día de los Derechos Humanos.