teleSUR.- El coordinador del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas, Arturo Vizcarra, aseguró que es absurdo que países como Polonia, Lituania y Rumania desconocieran el ejercicio de prácticas de tortura por parte de la CIA con su colaboración. "No es creíble que esos países no sabían lo que estaban haciendo con su ayuda", expresó.


Informe del Senado de EEUU: Las torturas de la CIA fueron “mucho peores” (+ PDF)

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La Cámara alta estadounidense presentó un documento en el que afirma que los métodos de interrogatorio utilizados por la CIA fueron “mucho peores” de lo que se había reconocido públicamente hasta ahora.

“No fueron una forma eficiente de adquirir información precisa u obtener la cooperación de detenidos”, dijeron los senadores. Sin embargo, el director de la agencia defendió las acciones porque “produjeron inteligencia que ayudó a impedir ataques, capturar terroristas y salvar vidas”.

El documento de 525 páginas, que incluye párrafos enteros cubiertos por una tinta negra para proteger información confidencial, apunta que la CIA impidió que el Congreso y la Casa Blanca tuvieran acceso a información sobre lo ocurrido. Los brutales métodos de interrogatorio “no fueron una forma eficiente de adquirir información precisa u obtener la cooperación de detenidos”, señala el informe, que sin embargo apuntó que la CIA insistía en la eficacia del sistema.

El informe, publicado hoy tras cinco años de recopilación de documentos e investigaciones, aborda el uso de controvertidos procesos de interrogatorio a sospechosos y miembros de Al Qaeda retenidos en instalaciones secretas en Europa y Asia en los ocho años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S).

Según indica el estudio, los detenidos tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York sufrieron prácticas como la privación de sueño durante más de una semana o la amenaza continua de que no iban a salir vivos de la custodia a la que estaban siendo sometidos.

Asimismo, el texto indica que, con la aprobación del personal médico de la CIA, al menos cinco de los prisioneros fueron sometidos a procedimientos “médicamente innecesarios” de “alimentación rectal” o “hidratación rectal”, y otros tantos a baños de hielo. “Uno de los interrogadores le dijo a un detenido que nunca irían a juicio porque ‘no podemos dejar nunca saber al mundo que les hemos hecho’”, relata el informe.

“Agentes de la CIA también amenazaron al menos a tres detenidos con hacer daño a sus familias, incluyendo a los hijos de un detenido y amenazando con abusar sexualmente de la madre de otro, y ‘rajarle la garganta a su madre’”, detalla el texto. El informe describe asimismo las prácticas de asfixia simulada a las que fue sometido el reconocido como cerebro del 11-S, Khalid Shaikh Mohammed, así como a otros detenidos, definidos como “series de ahogamientos” que en muchas ocasiones les producían vómitos.

Luego de la difusión del documento, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la tortura por parte de la CIA a sospechosos de pertenecer a la red Al Qaida fueron “contrarias a los valores” que defiende su país. “Por esa razón decidí prohibir la tortura cuando asumí la presidencia, porque una de las herramientas más poderosas que tenemos para enfrentar a los terroristas y mantener seguros a los estadounidenses es mantenernos fieles a nuestros ideales”, dijo Obama.

Por su parte, el director de la CIA, John Brennan, defendió la aplicación de los brutales métodos de interrogatorios. Brennan admitió que se cometieron errores, pero añadió que la revisión de los métodos iniciada por la propia CIA llegó a la conclusión de que esos interrogatorios “produjeron inteligencia que ayudó a impedir ataques, capturar terroristas y salvar vidas”.

Las Claves del Informe

Estos son los más relevantes.

El uso por parte de la CIA de las técnicas reforzadas de interrogatorio no fue un medio efectivo para adquirir información que sirviera al espionaje o lograra la cooperación de los detenidos.

Según la CIA, siete de los 39 presos que fueron sometidos a las brutales técnicas de interrogatorio no proporcionaron ninguna información útil. Es más, en algunos casos, los interrogados –se evita el término torturado- ofrecieron datos falsos, lo que se tradujo en mala información para el espionaje.

La justificación de la CIA para usar esas técnicas de interrogatorios se basaba en una falsa declaración de que eran efectivas.

La Agencia hizo creer a la Casa Blanca, el departamento de Justicia y al Congreso que se evitaban complós terroristas como consecuencia directa de la aplicación sobre ciertos detenidos de esas técnicas de interrogatorio.

Los interrogatorios de la CIA a los detenidos fueron mucho peores y más brutales de lo que la CIA reconoció a la Casa Blanca, el Congreso y otros, así como las condiciones de confinamiento.

Empezando por el primer detenido de la Agencia, Abu Zubayda –hoy en Guantánamo-, y siguiendo con otros muchos, la CIA aplicó técnicas durísimas –calificadas como torturas por la senadora Feinstein- durante días e incluso semanas. Entre los métodos empleados para ‘romper’ a los sospechosos se encontraba el waterboarding (asfixia simulada por agua); la privación de sueño; la violencia sexual; la amenazas de muerte: y el walling (golpear contra un muro al detenido), entre otras.

En algunos casos, las técnicas aplicadas fueron tan duras que el personal de la CIA pidió que se suspendieran pero los altos mandos ordenaron continuar con ellas.

Con la aprobación del personal médico de la CIA, a algunos prisioneros se les sometió al método conocido como ‘alimentación rectal’ o ‘hidratación rectal’, ya que el jefe de interrogatorios de la Agencia consideraba que el procedimiento lograba “un total control sobre el detenido”.

La CIA proporcionó de forma repetida información incorrecta al departamento de Justicia, lo que impidió un apropiado análisis legal del programa de detención e interrogatorios, así como de forma activa impidió que el programa fuera supervisado por la Casa Blanca y el Congreso.

La Agencia coordinó filtraciones de información clasificada a medios de comunicación, incluyendo información errónea, para contrarrestar las críticas, moldear la opinión pública y evitar acciones del Congreso para restringir el programa.

La CIA no estaba preparada cuando empezó a operar el programa, más de seis meses después de recibir, el 17 de septiembre de 2001, una autorización del presidente George W. Bush, en un memorándum de notificación de acciones encubiertas, para detener secretamente a sospechosos que supusieran un riesgo para EE UU o prepararan atentados terroristas.

Para 2005, la CIA había ‘subcontratado’ la gran mayoría de las operaciones que tenían que ver con el programa de interrogatorio ascendiendo al 85% la subcontratación hacia su final. Cuando comenzó a ponerse en práctica el método de detención, la Agencia contrató a dos psicólogos que habían trabajado antes para el Ejército pero que carecían de experiencia en operaciones de interrogatorio.

La CIA no reprendió o hizo responsable a nadie por lo sucedido así como marginó e ignoró las numerosas críticas que se efectuaron desde el interior de la organización.

En 2006, la CIA ponía fin al programa de detención e interrogatorios debido en parte a la falta de cooperación por parte de otros países. La Agencia necesitaba contar con el máximo secretismo y eso no quedaba garantizado después de que George Bush admitiera la existencia del programa en septiembre de aquel año. Desde el inicio del programa fue muy difícil para la CIA encontrar países dispuestos a colaborar y proporcionar lugares clandestinos de detención. A excepción de un país –cuyo nombre, como todos, está tachado en el informe-, la CIA se vio forzada a reubicar a todos y cada uno de los prisioneros de los países en los que había establecido un centro de detención debido a la presión de los gobiernos o la salida a la luz pública del programa.

Este martes ha concluido una larga espera y más de 10 años después de que el último operativo de Al Qaeda fuera sometido awaterboarding (asfixia simulada con agua), estas eran algunas preguntas y las respuestas sobre cómo, por quién, para qué y qué beneficios –si alguno- tuvo el controvertido programa.

(Tomado de Página 12/ El País)

USA-Congreso: ¿Quiénes violan derechos humanos?

Nicanor León Cotayo - CubaSí.- Es tan grave el conjunto de las torturas sacadas a la luz, que el Pentágono y el Departamento de Estado reforzaron la seguridad en torno a sus dependencias en el exterior.

El senado de Estados Unidos acordó sancionar a funcionarios venezolanos que considera violadores de los derechos humanos.

Lo informó este martes desde Washington la Associated Press (AP), y lo aprobado suspende visas y congela bienes a esas personas.

La iniciativa fue asumida por unanimidad.

En mayo la Cámara de Representantes había aprobado una medida similar, y en julio el Departamento de Estado retiró las visas a 24 de esos funcionarios. 

¿Pretexto? Supuestos sospechosos de haber violado derechos humanos durante protestas realizadas en Caracas, no ajenas a Washington.

La AP indagó en la Casa Blanca sobre la postura de Obama, sin embargo, al menos por ahora, evadieron definirla.

El mes pasado el gobierno estadounidense favoreció por vez primera aplicar sanciones a funcionarios venezolanos porque, de acuerdo a su criterio, el diálogo Maduro-oposición no da resultados.

El Senado adoptó la iniciativa después que Maduro revelara su análisis sobre los nexos con Estados Unidos, debido a evidencias acerca de la intromisión de su embajada en asuntos domésticos del país.

También advirtió que tomará medidas para combatir nuevos esfuerzos dirigidos a desestabilizar la situación nacional.

No obstante los hechos, en sentido contrario, la embajada estadounidense en Caracas declaró su respeto a los acuerdos internacionales.

Que Washington en estos momentos «sancione» a Venezuela por supuestas violaciones de los derechos humanos conforma un sarcasmo de 42 kilates.

Pero, además, una torpeza casi increíble.

Estados Unidos ha venido atravesando en las últimas semanas momentos muy adversos para su imagen y prestigio domésticos e internacionales.

La comunidad negra agregó a su larga cadena de víctimas otros dos nombres, Michael Brown, de 18 años, y Eric Garner, de 43. 

Brown muerto a tiros en Ferguson, Misuri, por un agente represivo, y el otro asfixiado por un colega del primero, en Nueva York.

Sus nombres, Darren Wilson y Daniel Pantaleo, ambos blancos, ninguno llevado a juicio por Grandes Jurados.

A Wilson lo apoyó el Ku Klux Klan, la pandilla super racista que desde hace muchos años ha ultimado a integrantes de la comunidad negra.

Hace una semana el Klan anunció que haría una colecta de fondos a favor de Darren. 

«Todo el dinero irá al oficial que hizo su trabajo en contra del negro criminal», rezaba la proclama del KKK.

Hecho que empujó a las calles a multitudes indignadas, mientras la Casa Blanca llamaba al orden y la tranquilidad.

Es en las proximidades de ese capítulo, que el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos circula un reporte sobre torturas a sospechosos de terrorismo.

Aborda sobre todo la etapa posterior a los sabotajes del 11 de septiembre de 2001 en las Torres Gemelas de Nueva York.

Consta de 480 páginas de resumen y de unas 6000 en total, y seguirá clasificado.

Su contenido gira sobre torturas ejecutadas por hombres de la CIA en centros clandestinos de detención y en su base naval de Guantánamo.

Según el referido Comité de Inteligencia senatorial, esa agencia de espionaje «engañó al pueblo estadounidense».

El documento añade que entre los martirios utilizados resaltó el waterboarding (simulación de ahogamiento) y otras técnicas aún más brutales que lo informado antes.

Es tan grave el conjunto de las torturas sacadas a la luz, que el Pentágono y el Departamento de Estado reforzaron la seguridad en torno a sus dependencias en el exterior.

¿Temen? A venganzas traducidas en asaltos y otros tipos de agresiones por parte de multitudes indignadas.

Por eso, dos exhortaciones al Capitolio de Washington:

Antes de cuestionar a Venezuela, ¿no sería mejor que empezaran a respetar la independencia y soberanía de los demás?

Y al mismo tiempo, como hace horas reconoció Obama, solucionen algo que vienen arrastrando desde la esclavitud, el racismo.

Informe sobre torturas de la CIA desmiente película

AP / CubaSí.- En 9 de junio del 2011, el entonces postulado a director de la CIA Leon Panetta atestigua en el Capitolio en Washington. Después que comandos estadounidenses mataron a bin Laden en Pakistán en mayo del 2011, altos funcionarios de la CIA dijeron en secreto a los legisladores que informaciones extraídas de interrogatorios brutales contribuyeron a cazar a bin Laden. Panetta lo repitió en público. Pero informe condenatorio del Comité de Inteligencia del Senado sobre las técnicas de interrogatorio después de los ataques terroristas del 2001 desmiente la película del 2012 "Zero Dark Thirty" sobre la cacería de Osama bin Laden. (AP Photo/Manuel Balce Ceneta, Archivo) En esta foto del 9 de junio del 2011, el entonces postulado a director de la CIA Leon Panetta atestigua en el Capitolio en Washington. Después que comandos estadounidenses mataron a bin Laden en Pakistán en mayo del 2011, altos funcionarios de la CIA dijeron en secreto a los legisladores que informaciones extraídas de interrogatorios brutales contribuyeron a cazar a bin Laden. Panetta lo repitió en público. Pero informe condenatorio del Comité de Inteligencia del Senado sobre las técnicas de interrogatorio después de los ataques terroristas del 2001 desmiente la película del 2012 "Zero Dark Thirty" sobre la cacería de Osama bin Laden.

El informe sobre las técnicas de interrogatorio de la CIA desmiente la película "Zero Dark Thirty", en que se insinúa que el tratamiento duro a los prisioneros contribuyó a encontrar a Osama bin Laden.

El docudrama de Kathryn Bigelow, del 2012, suscitó controversias por esas afirmaciones. Bigelow dijo que la tortura fue un factor de la narración que no podía ser ignorado. El informe del Senado difundido el martes concluyó que las técnicas coercitivas no produjeron datos útiles.

Preguntada sobre el informe el martes, Bigelow dijo que "hice la película en base a las investigaciones que hicimos". Saludó el informe pero agregó que "es muy, muy, muy complicado".

The Associated Press no pudo contactar inmediatamente a Bigelow el miércoles.

La CIA se basó en leyes israelíes para justificar la tortura

EFE - CubaSí.- Los abogados de la CIA utilizaron los dictámenes del Tribunal Supremo de Israel para justificar el uso de la tortura en los interrogatorios, reveló hoy el diario israelí "Haaretz".

"En el borrador del memorándum preparado por el Consejo General de la CIA, el 'ejemplo israelí' fue citado como justificación posible de que la tortura era necesaria para prevenir un daño inminente, significativo y psíquico a las personas, cuando no hay otra forma posible de prevenir ese daño", señala la publicación.

"El 'ejemplo israelí' hace referencia a las conclusiones de la Comisión Landau, de 1987, y las normas subsiguientes del Tribunal Supremo que prohibían a los servicios de seguridad de Israel usar la tortura en el interrogatorio de sospechosos de terrorismo", explicó "Haaretz".

"Pero autorizaban el uso de presión psicológica moderada en casos tipificados como una bomba a punto de estallar, o cuando era urgente extraer información que podía impedir un ataque terrorista inminente", agregó.

La publicación recuerda, asimismo, que durante años distintas organizaciones israelíes de defensa de los derechos humanos, como "el Comité Público en contra de la Tortura en Israel", han pedido al Tribunal Supremo, y logrado en muchas ocasiones, que se ilegalicen esas prácticas de interrogatorio "que los servicios de inteligencia internos continuaban usando".

"De acuerdo con el comité de Inteligencia del Senado, el fiscal de la CIA que preparó la campaña describió las notables similitudes entre el debate público sobre la enmienda al protocolo McCain (la ley del congreso que reguló en 2005 los métodos de tortura) y la situación en Israel en 1999", agregó.

Una situación "en la que el Tribunal Supremo israelí legisló que numerosas técnicas era autorizables, pero requerían una forma de sanción legislativa, y que el Gobierno israelí llevó al límite de la legalidad para (aprobar) unas pocas de esas técnicas", apostilló.

Organizaciones de defensa de los derechos humanos israelíes y extranjeras denuncian con regularidad que en las cárceles israelíes se practican métodos de tortura similares a los denunciados por el Senado estadounidense en su reciente informe crítico con los métodos de la Agencia Nacional de Inteligencia (CIA).

Según un informe del Comité de Inteligencia del Senado de EEUU divulgado el martes tras cinco años de investigaciones, la CIA realizó prácticas de interrogatorio "más brutales" de lo que había admitido en los años posteriores a los ataques del 11-S y además sus resultados no fueron efectivos.

Según el estudio, los detenidos tras los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York sufrieron prácticas como la privación de sueño durante más de una semana y la amenaza continua de que no iban a salir vivos de la custodia a la que estaban siendo sometidos.

Además, el texto indica que, con la aprobación del personal médico de la CIA, al menos cinco de los prisioneros fueron sometidos a procedimientos "médicamente innecesarios" de "alimentación rectal" o "hidratación rectal" y otros tantos a baños de hielo.

"Agentes de la CIA también amenazaron al menos a tres detenidos con hacer daño a sus familias, incluyendo a los hijos de un detenido, y con abusar sexualmente de la madre de otro y 'rajarle la garganta a su madre'", detalla el texto.

El informe del Senado describe, asimismo, las prácticas de asfixia simulada aplicadas al reconocido como cerebro del 11-S, Khalid Shaikh Mohammed, así como a otros detenidos, definidos como "series de ahogamientos" que en muchas ocasiones les producían vómitos.

ONU: Las torturas de la CIA no deben quedar “impunes”

La Convención contra la tortura no permite “circunstancias excepcionales” en las que se pueda vejar a detenidos, recuerda el informe del Senado de EE.UU. sobre las torturas de la CIA en la era Bush

Granma.- La difusión del informe del Senado de EE.UU. sobre las torturas de la CIA en la era Bush ha provocado una reacción de repudio mundial, sin que de mo­mento las duras revelaciones hayan causado represalias contra ciudadanos e intereses norteamericanos, una posibilidad ante la que las embajadas estadounidenses han adoptado preventivamente medidas de seguridad.

En este contexto, la ONU pidió que las torturas no queden “impunes”. El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Zeid Ra'ad Al-Hussein, reclamó que no debe haber “impunidad” respecto a las torturas reveladas por el informe, según el diario El País.

La Convención contra la tortura no permite “circunstancias excepcionales” en las que se pueda vejar a detenidos, recuerda el texto. “La Convención no deja a nadie fuera, ni los mismos torturadores, ni los responsables políticos ni los funcionarios que dan las órdenes” a la hora de rendir cuentas por las posibles violaciones de los derechos humanos, apuntó.

Mientras, en China, el portavoz del Mi­nis­terio de Exteriores chino, Hong Lei informó que su país se ha opuesto sistemáticamente a la tortura. La potencia asiática instó a EE.UU. a “corregir sus caminos” y a “reflexionar”, “respetando y acatando las normas de los convenios internacionales”.

Desde Irán, el líder ayatolá Ali Jameneí escribió en su cuenta en Twitter que la tortura a los sospechosos de Al Qaeda muestra que el go­bierno de EE.UU. es un “símbolo de la tiranía con­­tra la humanidad”, según la agencia AFP.

La portavoz de Exteriores la Unión Europea (UE), Catherine Ray, condenó “toda forma de tortura y malos tratos, incluso contra el terrorismo”, dio la bienvenida a la publicación del informe del Senado de EE.UU. y expresó que “es un paso positivo para abordar de forma pública y crítica el programa de detención e interrogatorios de la CIA”.

Berlín, como otras potencias europeas —in­cluida Gran Bretaña, principal aliado de EE.UU. en Europa —, expresó su rechazo a las prácticas de la inteligencia estadounidense, que juzga de “violación grave de los valores democráticos”, según aseguró el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Stein­meier.

El primer ministro británico, David Ca­meron, puso el acento en que los países occidentales corren el riesgo con el uso de la tortura de perder su “autoridad moral”. “La tortura es un error, siempre es un error”, dijo.

A estas declaraciones, se le suma la de Edward Snowden (exagente de la NSA), quien calificó las torturas de la CIA destapadas en el informe este martes de “crímenes inexcusables”, indicó Reuters.

Los halcones reaccionan frente al informe sobre las torturas de la CIA

Cubadebate.- Poco después de conocerse el esperado informe del Senado estadounidense sobre las técnicas de torturas aplicas por la CIA a sospechosos de terrorismo, varios miembros de la élite política de Estados Unidos salieron a los medios a rechazar el documento de 525 páginas, entre ellos el expresidente George W. Bush y el senador republicano Marco Rubio.

En sus declaraciones, Bush defendió el trabajo de la agencia en casos de sospechosos de terrorismo durante su gobierno.

En una entrevista con la cadena de televisión CNN, comentó que cualquier cosa que disminuya la contribución de la CIA a Estados Unidos está “fuera de lugar”.

“Tenemos la suerte de contar con hombres y mujeres que trabajan duro en la CIA sirviendo en nuestro nombre. Estos son patriotas”, dijo Bush.

El exmandatario agregó que Estados Unidos ha tenido “suerte” de tener a los operadores de la CIA trabajando en nombre de la nación.

Por su parte, el senador republicano, Marco Rubio, señaló al canal Univision que la difusión del informe es un hecho ‘injusto e irresponsable’ por poner en peligro la vida de norteamericanos que están sirviendo al país alrededor del mundo.

Rubio aseguró que el informe también pone en peligro a aliados que han ayudada a Estados Unidos y están ayudando en la guerra contra el terrorismo.

(Con información de agencias)

Alto Comisionado de la ONU denuncia impunidad sobre torturas en EEUU

Cubadebate.- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Husein, dijo el miércoles que no debería haber impunidad o una ley de prescripción de torturas tras la divulgación de un informe del Senado estadounidense sobre los crímenes contra detenidos durante la presidencia de George W. Bush.

La Convención contra la Tortura prohíbe la práctica y establece que no existe justificación “cualquiera sean las circunstancias excepcionales”, como un estado de guerra, dijo Zeid en un comunicado.

“La Convención no deja que nadie se libre (del castigo), ni los torturadores, ni quienes idearon la política, ni los funcionarios públicos que definen la política o dan las órdenes”, agregó.

La CIA engañó a la Casa Blanca y a la opinión pública sobre sus torturas a detenidos tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 y actuó con mayor brutalidad a lo anteriormente reconocido, según un informe del Senado divulgado el martes y que generó llamamientos para que se acuse a altos cargos estadounidenses.

(Con información de Reuters)

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