teleSUR.- El diputado británico Jeremy Corbin se convirtió este fin de semana en el líder de los laboristas. Corbin es un hombre que se propone acabar con la austeridad a través de mayores impuestos para los más ricos, apoyo para las personas pobres, reducción del déficit presupuestario a través del aumento de la inversión.


Jeremy Corbyn, el nuevo líder de la oposición británica es de la izquierda radical del partido Laborista

RIA Novosti-Agencias

Londres, septiembre 12 - El diputado Jeremy Corbyn ha sido elegido líder del Partido Laborista del Reino Unido, informó la cadena Sky News citando sus fuentes.

El veterano político, de 67 años, ganó la plaza vacante desde el pasado mayo con el 59,5% de los votos en la primera ronda del recuento.Corbyn trabajará en equipo con el vicelíder del partido, Tom Watson, quien obtuvo el 50,7% de apoyos en el tercer escrutinio de papeletas.

Ambos resultados se anunciaron este sábado durante el congreso especial que agrupó a afiliados y simpatizantes laboristas en el pabellón de convenciones Queen Elizabeth Hall, en Westminster.

La participación en esta elección bajo el sistema de voto alternativa fue del 76,3% de un censo electoral por encima de medio millón de individuos.

La victoria de Corbyn fue clara en los tres colegios electorales- sindicatos, afiliados y simpatizantes- sobre sus dos rivales directos y más experimentados en cargos gubernamentales, los ex ministros Andy Burnham e Ivette Cooper.

Corbyn tendió una mano de amistad al resto de candidatos en el más vibrante de los contextos electorales vividos en Reino Unido y se comprometió a unir a todas las facciones del laborismo en su primer discurso, tras confirmarse su rotunda victoria.

También brindó tributo a los 60.000 voluntarios que colaboraron en la gestión de su campaña a lo largo del Reino Unido y llamó la atención sobre el importante papel de los jóvenes en la contienda, cuyo resultado se anunció este sábado en Londres.

"Los jóvenes", dijo en el estrado del Queen Elizabeth Centre, "son una generación muy política que desintonizaron y perdieron interés debido a la forma en que hasta ahora se conduce la política en este país".

Con su retórica sincera y directa, su defensa de los fundamentos del laborismo y su repulsa de la "austeridad edulcorada" de los previos líderes del partido, el veterano activista infundió esperanza, energía y entusiasmo en masas de viejos y nuevos votantes.

Corbyn afirmó que la campaña ha demostrado que "nuestro partido y nuestro movimiento es apasionado, democrático, diverso, unido y determinado en nuestra ambición por construir una sociedad mejor".

"Las cosas pueden y van a cambiar", prometió el primer dirigente en décadas de la izquierda radical del laborismo.

La crisis de refugiados, la falta de viviendas a precios asequibles, la protección del Sistema de Sanidad Pública y una reforma justa de los servicios y ayudas estatales destacaron entre las prioridades que Corbyn esbozó este sábado.

"Los refugiados son víctimas de la guerra, son seres humanos y debemos ayudarles con compasión", señaló en una muy directa crítica del Gobierno Conservador, que ha rechazado contribuir en el programa de la Unión Europea de reubicación de migrantes y solo acogerá 4.000 refugiados sirios al año procedentes de los campamentos en torno a Siria.

El líder de la oposición en Reino Unido definió la comunidad internacional como "un solo mundo" en el que "no podemos tolerar los actuales grotescos niveles de injusticia y desigualdad global".

Corbyn se opone a la renovación de los arsenales nucleares de Reino Unido y quiere reconducir a su partido para convertirlo en una "fuerza en favor de la paz en el mundo".

El primer acto político del nuevo líder laborista se concretó minutos después con su participación en una manifestación en solidaridad de refugiados y migrantes que culminó este sábado en Westminster.

Jeremy Corbyn, nuevo líder del Partido Laborista británico

El diputado ha vencido ampliamente en las primarias tras obtener el 59,5% de los votos

La victoria de Corbyn supone un giro a la izquierda de los laboristas y una derrota del aparato del partido

Agencias /eldiario.es - Londres

Jeremy Corbyn es ya el nuevo líder del Partido Laborista. Tras el anuncio del resultado de las primarias que se han celebrado este sábado se ha confirmando así el triunfo del principal favorito, que ha movilizado a las bases por encima del criterio de líderes históricos. El diputado ha vencido en la primera ronda con un 59,5% de los votos emitidos. En segundo más votado ha sido Andy Burnham con el 19% de los votos, seguido de Yvette Cooper (17%) y Liz Kendall (4,5%). Corbyn ha obtenido 251.417 votos sobre un total de unos 420.000 emitidos.

El diputado ha vencido tanto entre los militantes del partido que han ejercido su derecho a voto, que han sido 245.520, como entre los que se registraron para votar en las primarias abiertas y entre los militantes sindicalistas que tenían derecho a voto si se registraban. En este sentido, destaca que Corbyn ha obtenido el 83,76% de los votos de las 105.598 personas no afiliadas al partido que han querido participar en las primarias abiertas.

Por otra parte, si se tienen en cuenta los votos emitidos por los militantes del partido, el diputado ha obtenido el 49,46% de ellos, lo que suponen diez puntos de menos con respecto al total de los votos. Sin embargo, sigue siendo una mayoría holgada ya que el segundo ha recibido el 22,59% de los votos de los militantes.

Corbyn, veterano parlamentario de 66 años y que hasta hace unos meses era relativamente desconocido, ha conseguido generar un fuerte apetito dentro de su partido para una alternativa radical a la agenda de austeridad del primer ministro conservador, David Cameron. El diputado ha logrado imponerse con un mensaje que aboga por un giro a la izquierda con un marcado mensaje antiausteridad.

"Tiene que haber inversión pública para que haya crecimiento económico", aseguraba el candidato al liderazgo de los laboristas a la prensa en el final de una triunfante campaña electoral en Londres. "No se puede recortar el camino a la prosperidad, sino que se debe hacer crecer el camino a la prosperidad", añadía.

La perspectiva de un regreso a las raíces socialistas del partido ha levantado serias advertencias de que serán aniquilados en las elecciones nacionales de 2020 por un público que en mayo decidió permitir a Cameron hacerse con un segundo mandato con el compromiso de recortar gastos.

Pero con el compromiso de aumentar en lugar de recortar la inversión pública, Corbyn ha encontrado el favor entre los desilusionados votantes jóvenes tras casi dos décadas luchando por el terreno del centro político.

Por otra parte, Tom Watson, también miembro de la Cámara de los Comunes, ha sido elegido como el 'número dos' de la formación, que intenta superar con estas primarias la debacle electoral sufrida el mayo. El Partido Conservador obtuvo entonces la mayoría absoluta en el Parlamento.

Jeremy Corbyn: Gran viraje en el Reino Unido

Guillermo Almeyra

Rebelión

Primero los hechos crudos: Jeremy Corbyn es miembro del Socialist Campaign Group, una tendencia socialista minoritaria el Labour Party, que reúne nueve diputados (sobre 232 laboristas) y siguió los pasos de Tony Benn. Cuenta ahora con el apoyo explícito de 15 diputados del partido que dirige y con la hostilidad abierta o velada de toda la vieja dirección y la gran mayoría de los parlamentarios que temen no volver a ser elegidos. Porque Corbyn fue elegido presidente del Partido Laborista británico ya que a raíz del gran desastre laborista en las últimas elecciones para el Congreso se eliminó la preminencia de los parlamentarios y se aceptó el voto de la base (a condición de que los votantes pagasen tres libras (unos 4.50 dólares), cosa que hicieron con entusiasmo miles de jóvenes. El curriculum de Corbyn, de 66 años que desde hace 33 es diputado laborista y ha votado en 536 veces contra decisiones claves de la dirección de su partido, es consecuente e impecable. Este autodidacta, voraz lector, hijo de una profesora de matemáticas socialista, que se desplaza en bicicleta y está casado con una mexicana 20 años más joven y activa en la venta solidaria de café chiapaneco, tiene un solo diploma: el de diputado peor vestido, otorgado por la prensa conservadora ya que calza sandalias de cuero y viste una camisa sobre una camiseta también blanca, sin corbata, y un pantalón oscuro. Los sindicatos, que son miembros del Partido Laborista, le apoyan y él mismo fue dirigente sindical de base. Además militó contra el apartheid en Sudáfrica, contra la guerra de Vietnam, en solidaridad con los pueblos de América Latina y de los palestinos (la derecha israelí lo odia y le teme) y es amigo de Gerry Adams, el diputado irlandés líder de los independentistas del Sinn Fein.

Su programa es igualmente cristalino: no al uso de las armas nucleares, sacar al Reino Unido de la OTAN, condenar a Israel, acabar con las intervenciones imperialistas en Siria y en Irak, aumentar los impuestos a los más ricos, defender el ambiente, volver a estatizar los ferrocarriles y la energía, desarrollar un vasto plan de viviendas populares a bajo costo, suprimir los impuestos a los estudiantes y conceder becas de estudio, suprimir la monarquía. Es natural que al día siguiente de ser elegido presidente del partido se hayan afiliado al mismo 15 mil jóvenes, deseosos de renovar en sentido socialista-ecologista el partido conservador y proimperialista de los Tony Blair y Cía, que creían que para ganar votos el programa del L.P. debía ser cada vez más derechista.

Jeremy Corbyn quiere un partido de lucha, socialista, apoyado en un sector importante de la clase obrera; un partido con ideas y objetivos claros, que dé la palabra a los miembros de base como él y se apoye en los jóvenes. O sea, todo lo contrario del partido actual donde los que decidían eran los notables, preocupados antes que nada por ganar las elecciones para mantener sus privilegios y para los cuales los planteos programáticos valían tan poco como la democracia interna.

Ahora, mis opiniones sobre las posibles consecuencias de este triunfo: Aunque siempre existe la posibilidad de que el conservador aparato laborista, tomado por sorpresa en la elección, complote para expulsarlo de su cargo apoyado por la prensa, reaccionaria en su inmensa mayoría, Corbyn tiene a su favor su militancia que incita a la juventud -obrera, estudiantil, desocupada- a seguir su ejemplo. Su primera medida fue encabezar una manifestación por los prófugos africanos y sirios y la segunda combatir contra la ley que busca la restricción del derecho de huelga y debilitar los sindicatos. Además, en su “gobierno sombra” el ministro de Finanzas es John Mc Donnell, del Socialist Campaign Group y Corbyn se da como objetivo recuperar el apoyo de los obreros escoceses que votaron mayoritariamente por un independentismo que él respeta.

Por lo tanto, aunque en las elecciones el L.P. renovado en sentido socialista y democrático pierda electores de centroderecha y aunque todo el aparato estatal y su prensa digan que Corbyn es un peligro para la seguridad del Reino Unido, es muy probable que pueda construir un partido sin grasa, con musculoso, no electoralista sino de lucha y de propaganda, que dé ánimos nuevos a la juventud y a los sectores obreros y populares combativos. Aunque menor, la participación del L.P. en la Cámara de los Comunes no desaparecerá y, por el contrario, tendrá mayor audiencia social y el ataque feroz de los medios será contraproducente para el establishment monárquico, imperialista, ultraconservador porque el Reino Unido, gracias a la inmigración, ha rejuvenecido las bases sociales de la izquierda.

Corbyn, por otra parte, está a la izquierda de Syriza y de Podemos ya que no depende de los equilibrios partidarios pues está empeñado en cambiarlos y porque presenta objetivos posibles y tangibles. Por eso pone en cuestión la Unión Europea e interpela a toda la izquierda europea con su pacifismo, su ecologismo, su humanismo, su socialismo sincero y anticapitalista. Sin duda tendrá apoyo en el Viejo Continente donde las viejas direcciones de la izquierda tradicional se diferencian muy poco de los gobiernos y no tienen ideas para la actual crisis. Pero también concentrará el odio de clase de las derechas mucho más que Syriza en su momento pues el Reino Unido – a diferencia de la marginal Grecia- es el aliado principal de Washington y uno de los países ejes de la Unión Europea.

Al plantear la disputa en términos de lucha de clase y antisistémica, Corbyn recuperará seguramente la militancia que se fue detrás del independentismo escocés interclasista. Es significativo también que, así como Reagan y la Thatcher fueron la expresión simultánea de ambos lados del Atlántico de una oleada reaccionaria, el éxito de Jeremy Corbyn y de los socialistas en el Labour Party es paralelo al crecimiento de la precandidatura de Bernie Sanders, el senador socialista por Vermont que supera a Hillary Clinton, la candidata de Obama y del aparato del Partido Demócrata, en las intenciones de voto en Iowa y New Hampshire, dos estados claves para las elecciones internas con vistas a la próxima elección presidencial nacional.

La reacción contra la crisis y la preparación de la guerra por el gran capital y los Estados imperialistas tiene un carácter de clase, etario -al movilizar la juventud- y antirracista -al combatir el racismo antinegro en Estados Unidos y el racismo antiimigrantes en el Reino Unido-. Por ahora el enfrentamiento de clases asume la forma de la lucha por los aparatos políticos pero, como en todo momento de gran crisis social y de civilización, comienza a apuntar contra el sistema en su conjunto. El Viejo Topo sigue cavando.

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