Juventud Rebelde.- El presidente ucraniano, Piotro Poroshenko, firmó un decreto para imponer la ley marcial en este país y ordenó la movilización parcial de la población y el refuerzo de la frontera con Rusia.

Luego de que el Servicio Federal de Seguridad ruso empleó ayer la fuerza para finalizar una provocación de Kiev en el mar Negro, al arrestar a tres buques de la Armada de este país, con saldo de tres heridos, Poroshenko presenta ahora a Ucrania como víctima, dijo PL.

Kiev violó el acuerdo para el paso de buques militares por aguas territoriales rusas del mar Negro, frente a Crimea, y en el mar de Azov, cuando sin la notificación correspondiente a Moscú, sus barcos navegaron entre los puertos ucranianos de Odesa, en el mar Negro, y Mariupol, en el mar de Azov, que están conectados por el Estrecho de Kerch, entre Crimea y Rusia.

Rusia llamó a una reunión urgente y extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para este propio lunes con un solo tema en la agenda, dijo Russia Today, «mantenimiento de la paz y la seguridad internacional».

La ley marcial en Ucrania funcionará a partir de este lunes hasta al 26 de enero, apenas dos meses antes de celebrarse las elecciones, cuya realización fue puesta en duda por algunos políticos ucranianos, algo que sería conveniente para el actual mandatario, agregó PL.

La Rada Suprema (parlamento unicameral ucraniano) deberá aprobar la referida disposición que suprime varias libertades democráticas en esta nación, incluida la posibilidad de participar en protestas.

Durante las últimas semanas, aumentaron en gran medida las manifestaciones espontáneas de los ciudadanos para demandar la reducción de las tarifas del gas y la puesta en funcionamiento del servicio de calefacción.

Sputnik señaló que el Parlamento ucraniano respaldó el decreto de Poroshenko solo en regiones seleccionadas del país y durante 30 días, a la vez que determinaron que la elección presidencial en Ucrania será el 31 de marzo de 2019.

Aunque fueron los buques de la Armada de Ucrania los que intentaron el domingo, sin signos visibles a bordo y sin permiso de Moscú, navegar en aguas territoriales rusas, Poroshenko ordenó reforzar la seguridad en la frontera con Crimea.

El servicio ucraniano de guardafronteras fortalecerá la vigilancia en la frontera estatal con Rusia y en el límite administrativo con «la República Autónoma de Crimea», señala la disposición presidencial.

Kiev se niega a reconocer los resultados de sendos referendos en marzo de 2014 en Crimea y la zona especial de Sevastopol, donde la abrumadora mayoría de la población se pronunció por la salida de Ucrania y el regreso a la jurisdicción de Rusia.

Según The Hill, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, dijo en la reunión del Consejo de Seguridad que la administración Trump apoyaba a Ucrania y tildó de «agresión rusa» el incidente y dijo que era «un acto arrogante que la comunidad internacional debiera condenar y nunca aceptar». Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que todos los miembros de esa alianza «expresaron su pleno apoyo a la integridad territorial y la soberanía de Ucrania».

Sputnik reportó que el senador estadounidense Bob Menéndez (de origen cubano) dijo que «la administración Trump debe incrementar inmediatamente la asistencia de seguridad a Ucrania, incluyendo el aprovisionamiento de equipamiento marítimo letal y armas», y agregó: «Yo insto al presidente Trump a comprometerse con estas medidas antes de su reunión programada con Vladimir Putin más tarde esta semana en el G-20», que se reunirá en Argentina.