Juana Carrasco Martín – Juventud Rebelde.-No solo en el campo de concentración de la Base Naval estadounidense de Guantánamo, territorio ilegalmente usurpado a Cuba, las fuerzas de la sinrazón imponen el encierro sin cargos e indefinido por meras sospechas, y lo acompañan con la tortura. Esa potestad no se la atribuyen solo la CIA y los militares estadounidenses. Sus aliados británicos hacen otro tanto en Afganistán y acaba de admitirlo el Ministro de Defensa, Philip Hammond.