Renán Vega Cantor - Rebelión.- La crisis de la Unión Europea es de tal magnitud que puede llegar a poner fin a este experimento de integración neoliberal y capitalista y arrastrar consigo al euro, su símbolo monetario emblemático. La celebración de los juegos olímpicos, con todo lo que supone de derroche, opulencia y culto al consumismo y la mercantilización del cuerpo, ha posibilitado desviar la atención, por dos breves semanas, de la crisis europea, pero no ha podido detenerla, como es apenas obvio. Por lo general, esta crisis suele ser analizada desde el ámbito financiero, pero poco se recalcan en sus efectos sociales y la situación de los trabajadores.