Por
Atilio A. Boron*.- Desde finales del siglo pasado la expresión “Estado canalla” ganó creciente aceptación en la opinión pública internacional. Impulsado por la maquinaria propagandística estadounidense, el concepto tenía por objetivo satanizar a los países hostilizados por Washington con la evidente intención de justificar las agresiones del imperio. Se incluía en esa lista a Afganistán, Corea del Norte, Cuba, Irak, Irán, Libia, Serbia-Montenegro, Sudán y Siria. En la actualidad el listado se redujo a cinco, porque gracias a las políticas de promoción de “cambios de régimen” (eufemismo para evitar decir “abierta intervención de EE.UU.”) Afganistán, Irak, Libia y Serbia-Montenegro fueron incorporados a la categoría de naciones democráticas. Sudán, a su vez, fue partido en dos y la región rica en petróleo se convirtió en Sudán del Sur; el resto sigue siendo un “Estado canalla”.