Adrián Sotelo Valencia - Rebelión.- Indignados unos, decepcionados otros, se sorprenden de que el Estado contemporáneo despliegue su fuerza y poderío contra las clases explotadas y oprimidas de las sociedades en la defensa incondicional de los intereses generales del capital. Intelectuales, politólogos, sociólogos, militantes de partido y expertos en estos asuntos, ponen el grito en el cielo al constatar esta realidad, que expresa la profunda contradicción, y lucha, entre las clases sociales donde, hasta ahora, el gran ganador de la contienda desigual ha sido el gran capital que despliega sus políticas de ajuste estructural y de austeridad social en la defensa de sus tasas de lucro, de sus empresas y del sistema que reproduce sus intereses como clase dominante en lo económico, lo político y lo social.