John Saxe-Fernández - La Jornada.- De Honduras, México, Chile y Costa Rica llegan noticias de una ofensiva contra el estudiantado, la autonomía universitaria y los fundamentos filosófico-científicos de la educación media-superior y superior. Es intensa y extensa la indignación por el brutal asesinato de Carlos Sinuhé Cuevas M., activista y estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH) Rafael Vargas Castellanos, hijo de la rectora de la UNAH, y Carlos Pineda, de la Facultad de Derecho, cuyos cuerpos fueron encontrados con señales de tortura.