Cuba Debate.- El que Michael Moore acostumbre a meter el dedo en las llagas de su país no responde sino a su voluntad de recuperar el verdadero orgullo de ser americano, hipótesis que demuestra en Capitalismo: una historia de amor, el documental en el que busca a los culpables de la crisis. “Llamarme antiamericano es como decir al Papa que odia a la Iglesia”, se defiende en una entrevista con Efe el popular documentalista que, en su nueva cinta, no apela a la comparación con Europa o Canadá, sino a la capacidad de ilusión de su pueblo, a sus bases democráticas primigenias o a las políticas del New Deal de Roosevelt.