Eduardo Montes de Oca - Bohemia.- De gran decepción, cuando menos, han calificado los más avezados observadores, los más preclaros políticos, a la XV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático: la Cumbre de Copenhague. Calificativo tremendista solo para espíritus cuya agudeza visual no traspone los cuatro o cinco pasos, si acaso, o para aquellos que, empecinados en la maximización de las ganancias, se ciscan en el futuro, en aras de un “ahora” de consumismo y derroche.