Salvador del Río - Rebelión.- En medio de los anuncios de retiro de los embajadores de Estados Unidos en Bolivia y Venezuela, y la respuesta recíproca del Departamento de Estado Norteamericano, surge un concepto expresado en dos palabras, “agenda positiva”, en cuyo significado, hasta ahora poco difundido, poco se ha reflexionado: éste es intervencionismo.
El vocero del Departamento de Estado, Sean McCorman, expresó en Washington su extrañeza por la expulsión de sus embajadores por los gobiernos de Evo Morales y Hugo Chávez. Estados Unidos, dijo, mantiene en la región una agenda positiva para ayudar a sus poblaciones, mientras que los gobiernos de Bolivia y Venezuela “no ayudan a su gente” y sus decisiones “sólo contribuyen a hundirlos más en el aislamiento”.