Orlando Oramas León - Granma.- Cual si fuera un ritual, cuando se acerca la fecha del 11 de septiembre, aparece como por arte de magia un video de Osama bin Laden, a quien los satélites, los aviones espías, ni los superagentes y recursos sofisticados de la CIA han podido localizar, seis años después de aquellos terribles y deleznables atentados.
Muchas preguntas sin respuestas.
Y como quiera que la polémica prosigue en torno a las responsabilidades y verdaderos autores de los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono, sobre todo cuando hay muchas preguntas sin respuestas, la recurrencia al fantasma de Bin Laden parece otra operación mediática para seguir insuflando el miedo y justificar los aprestos de guerra.