Un texto del trovador cubano Israel Rojas Fiel. Foto: Gage Skidmore / Flickr (CC).

Rubén G. Abelenda - Cubainformación.- El recién concluido IV Coloquio Internacional Patria, celebrado en la insigne Universidad de La Habana, llamó a la unidad comunicacional en defensa de Cuba y el Sur Global, a la solidaridad y la paz mundial, y al fin del genocidio israelí contra el pueblo palestino.

Enrique Ubieta Gómez - Especial para CubaSí.- Cansado, feliz de encontrar a colegas de Nuestra América y de otras regiones de este pequeño planeta llamado Tierra, que se reúnen para armar redes de solidaridad, de empatía, para rescatar sueños cuando se incendian los almacenes, en un evento llamado Patria. Cansado y feliz, de vuelta de la Feria del Libro en Santa Clara, que ofrecía un oasis de luz y de saberes, donde la gente compraba libros en lugar de lámparas para alumbrar las noches. “Tráeme huevos”, le dijo una señora a su nieta, pero la muchacha oronda regresaba a casa con una jaba de libros de la Biblioteca del Pueblo; y los jazzistas, en el bar Mas allá, la orquesta femenina de guitarras en La Luna Naranja, los trovadores en El Mejunje, los decimistas mofándose unos de otros, y hasta de nosotros en el Club de los Postes, y yo imaginándome cómo sería Santa Clara sin apagones. Pero el SEN cayó exhausto, y pese a ello, la alegría mezclada con cierta dosis de venganza no se apagó en la ciudad. Ocurrió poco después de que abrazara al doctor Ricardo Carrillo, veinte años sin verlo, el hombre que me recibió en la selva amazónica de Venezuela, y que permaneció en ella, solitario, superhéroe cubano de los comics por escribir y dibujar, durante tres años. Justo ahora en que son atacados los internacionalistas que salvan vidas.

Tanalís Padrilla - La Jornada.- En su libro Diario de Turín. La solidaridad en tiempos de pandemia, Enrique Ubieta Gómez, quien acompañó a la brigada médica cubana a Italia en los primeros meses del covid, narra cómo, en la tarde del 1º de mayo de 2020, se inauguró el Árbol de la Vida. Era un pequeño pero frondoso arbolito junto al hospital en el cual se iban atando cintas blancas, cada una representando una de las vidas salvadas. Es una costumbre, explica, que se remonta a la brigada cubana que en 2014 colaboró en África cuando el ébola arrasaba en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Como los de África, con el paso del tiempo, el arbolito en Turín se fue llenando de cintas blancas.

Zoltan Tiroler.- La noche del 14 de marzo, una avería en una subestación de La Habana provocó una importante pérdida de energía y acabó colapsando el sistema eléctrico nacional. A partir de ese momento comenzaron los trabajos de restablecimiento. En la noche del 16 al 17 de marzo, toda La Habana estaba de nuevo en línea, al igual que casi el 90% del resto del país. Los recursos vitales, como los hospitales, pero también las instalaciones turísticas, no se vieron afectados por el apagón. 

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