"Decía José Martí: tengo miedo de morirme sin haber sufrido bastante. Sufrió lo indecible en vida, pero después de muerto siguió sufriendo. Ascendió purificado por la escala del dolor, decía Rubén Darío cuando lo recordaba. Ya era hora de que descansara en la pureza de sus símbolos, siendo un dios fecundante, un preñador de la imagen de lo cubano. Llegó por la imagen a crear una realidad, en nuestra fundamentación está esa imagen como sustentáculo del contrapunto de nuestro pueblo. Esa fue la interpretación de las huestes bisoñas lanzadas al asalto de la fortaleza maldita. La posibilidad extendiéndose como una pólvora de platino, fue interpretada y expresada. No fue un fracaso, fue una prueba decisiva de la posibilidad y de la imagen de nuestro contrapunto histórico, al lado de la muerte, prueba mayor, como tenía que ser. Son las trágicas experiencias de lo histórico creador. «La mar, color de cobre, dice el trágico griego, contempla impasible la muerte del hombre de guerra.» Pero la tierra, que devuelve lo que devora, convierte al héroe muerto en legión alegre que trepa por lo estelar, para apoderarse del nuevo reto del fuego".

José Lezama Lima


Aline Pérez Neri, corresponsal de Cubainformación en México.- Recordando la maravillosa frase de Lezama Lima para honrar a la Generación del Centenario del 26 de julio de 1953, Raúl Capote Fernández jefe de la Redacción de Internacionales del Periódico Granma, desde su página de Facebook. Las Memorias de Daniel iniciaba una nueva transmisión sabatina. En esta ocasión nos habla de los planes imperiales sobre nuestros pueblos.

El gobierno de los EEUU, los mecanismos del caos y la violencia

Raúl Capote Fernández

https://www.facebook.com/raulantoniocapote/videos/3212960918812450/?v=3212960918812450&external_log_id=377baf6c-8a2c-4696-bb5a-532a168e500b

Esta guerra se ha centrado sobre todo en el terreno de la ideología y la economía.

Se persigue cada transacción comercial, cada gestión de las finanzas, cada centavo que el país necesita, cada empresa que desea realizar negocios con Cuba, cada exportación.

Los amigos de Cuba son perseguidos y amenazados constantemente.

El objetivo es impedir la llegada de barcos con mercancía, de los tanqueros con petróleo para paralizar el país, apagar los hogares siguiendo el viejo recurso de culpar a la víctima de la escasez y de la necesidad que eso puede provocar.

Como piratas merodean las aguas del Caribe intentando interceptar las embarcaciones que se dirigen a Cuba, castigando a las navieras que usan sus barcos para llegar a Cuba. Acto cobarde que se ha hecho durante la pandemia por COVID-19.

Cuba ha respondido enviando brigadas con miles de médicos a muchos rincones del mundo.

Como dice el precepto de Guerra no Convencional, se debe tratar de lograr en la estrategia contra Cuba, “el extraño resultado de que la víctima termine culpándose a sí misma de su desgracia y aplaudir al verdugo, logrando un producto paradójico e inquietante, que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos.”

El Bloqueo provoca escases. El consumo se ve afectado. Se crean sentimientos de ansiedad constante. Los medios contrarrevolucionarios intentan conectar a las personas con el odio, les mienten, las movilizan. Manejan con destreza los hilos del rencor para convertir a las personas en una especie de bomba de tiempo dispuestas a explotar en cualquier momento.

Eso dicen los manuales de la CIA.

En ese estado, muchas personas son manipuladas con facilidad. No por gusto, los programas de subversión de la época de Barack Obama no renunciaron a la guerra económica, al contrario, el Proyecto Génesis, por ejemplo, explicaba con claridad que había que mantener con rigor la presión sobre la economía para obligar a negociar al gobierno cubano en posición de desventaja, en una mezcla de seducción cultural y ahogo económico.

Durante la presentación del Proyecto de Resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” en Nueva York el 7 de noviembre de 2019, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba Bruno Rodríguez Parrilla, planteó: “en los últimos meses, el gobierno del Presidente Donald Trump ha iniciado una escalada en su agresión contra Cuba con la aplicación de medidas no convencionales, para impedir el abastecimiento de combustible a nuestro país desde diversos mercados mediante sanciones y amenazas a los buques, navieras y compañías de seguros. Su objetivo, además de afectar la economía, es dañar el nivel de vida de las familias cubanas. El Gobierno de los Estados Unidos sí es responsable” de lo que está ocurriendo contra Cuba. Alrededor de 187 acciones entre multas, sanciones y medidas contra el pueblo cubano se tomaron en 2019, y casi la misma cantidad en lo que va de 2020.

Pretenden dejarnos sin combustible para el transporte, sin gas para cocinar los alimentos, paralizar el país y afectar la cotidianeidad de las familias cubanas, para arrancarnos concesiones políticas. Precisan anularle el juicio a las personas para que actúe de forma irracional, para anular su defensa psicológica y destruir su autoestima.

Cuba ha sido objeto de una sistemática campaña de influencia motivacional, pura y dura guerra psicológica fabricada en los laboratorios de la CIA para construir un estado mental que lleve al pueblo a actuar más allá de toda lógica que los mueva a ejecutar acciones agresivas, crear un estado de irracionalidad que pueda convertir al ser humano en una bestia y que en ese estado científicamente manejado intentar llevarlo al logro de la acción deseada por su manipulador.

Así funciona la estrategia. Ataques terroristas, colapso del mercado, guerras, grandes apagones eléctricos provocados (como han hecho contra Venezuela), escases de alimentos. Llevar a la población de un país al estado de caos colectivo para quebrar la voluntad de la sociedad, dispersar su capacidad de movilización y de respuesta ante la agresión.

Durante el golpe de Estado contra Chile en 1973, mientras las fuerzas armadas desplegaron un enorme contingente contra el Palacio de la Moneda bombardeado salvajemente, con el propósito de causar terror y paralizar, las fuerzas represivas se movieron contra la fábrica de Comunas, detuvieron y asesinaron a cientos de personas en las primeras horas. Tanques, aviones cañones y cientos de soldados, contra un puñado de fieles junto al heroico Presidente Salvador Allende.

El plan estaba elaborado con anticipación, conocían nombres y lugares, fueron a los lugares exactos para parar la resistencia. Las torturas aplicadas iban aplicadas, más que para obtener información, quebrar al individuo. También en Chile ocurrieron grandes apagones previos al golpe de Estado y se buscó crear una profunda desorientación, miedo y ansiedad.

En Argentina, el escenario de golpe de Estado fue también previamente elaborado en detalle. Fueron con exactitud a buscar a los líderes sindicales, a los grupos obreros que podían resistir a la política neoliberal, que era la plataforma de los militares y sus jefes.

La experiencia de la CIA en la tortura buscaba deshumanizar a los prisioneros, privarlos de su identidad. Fueron empleados choques eléctricos, sumergimiento, privación de sueño, inducción de sueño prolongado, aislamientos sensoriales. Prácticas que se usan contra los prisioneros en la ilegal Base Naval de Guantánamo y que fueron experimentadas por la CIA durante el Proyecto MK Ultra, contra prisioneros de su propio país, contra pacientes psiquiátricos. Estas prácticas de tortura fueron aplicadas en América Latina durante la terrible época de la Operación Cóndor.

En los países de Sudamérica, las grandes transnacionales no sólo brindaron los espacios para crear centros de tortura, como la Ford, sino que colaboraron con los militares, entregaron a los dirigentes sindicales y a los obreros molestos, y participaron en el plan para construir en el Estado neoliberal.

El secuestro de los hijos de prisioneros nacidos en cautiverio para reubicarlos en nuevas familias de la derecha, militares y funcionarios políticos formaba parte del proyecto de destrucción de toda una generación.

En Bolivia, bandas de criminales amparados por la narrativa de la indignación popular por un supuesto fraude electoral que está totalmente comprobado que no existió, tomaron el control de las ciudades, bloquearon vías públicas al estilo de los guarimberos venezolanos, quemaron instituciones, profirieron amenazas, cometieron asesinatos, torturas en la vía pública, humillaron a líderes sociales y políticos.

Ese modus operandi no es exclusivo de nuestra región.

En noviembre de 2019 en Irán ocurrió algo muy parecido. Irán sufrió una oleada de violencia que destruyó 730 bancos, 70 estaciones de servicios, 140 inmuebles gubernamentales, y mas de 50 bases de fuerzas de seguridad. Detrás del guion perfectamente elaborado, localización de las protestas, escalada de la violencia, y uso de reclutamiento de delincuentes para agredir a las fuerzas de seguridad, estaba la CIA.

¿Quiénes están interesados en hacer creer al mundo que en Cuba existe un clima de inseguridad y violencia? La mafia cubanoamericana, las fuerzas de extrema derecha en Estados Unidos, la maquinaria del odio de Miami. La productora de lodo, profundamente antimartiana, que es lo mismo que decir anticubana, que desconoce un principio esencial del Apóstol, todo lo que pretenda levantarse sobre el odio no se sostiene. Martí era un revolucionario sin odio, por eso discrepaba de «los bárbaros que todo lo confían a la fuerza y a la violencia».

Está documentado que el Grupo de Acción Política (GAP), que forma parte del Centro de Actividades Especiales, división de la Agencia Central de Inteligencia, realiza acciones que incluyen la creación de estructuras de comunicaciones y acceso a internet en los países o regiones objetivo de la agresión.

En Bolivia se crearon más de 68 000 cuentas falsas en Twitter en los días del golpe de Estado, en noviembre de 2019. En tanto, Irán sufrió una oleada de violencia donde se repitió la misma táctica empleada en Bolivia: grupos armados, perfectamente coordinados, utilizando la técnica del «enjambre» se comunicaban entre sí, y concertaban las acciones usando mensajes de texto para reunirse en los puntos de ataque. La agresión se paralizó cuando el Gobierno apagó internet y las redes inalámbricas; lo habían hecho allí mismo durante las elecciones de 2009, en lo que se conoció como la llamada Ola Verde.

En febrero de 2018 se creó el llamado Grupo de Tarea de Internet para Cuba, siguiendo instrucciones del memorando presidencial de seguridad nacional del 16 de junio de 2017. El sitio Razones de Cuba ha documentado que el GAP y las instituciones que integran esa fuerza cuentan con especialistas altamente calificados que, a partir de modelos elaborados previamente mediante Big Data, dirigen mensajes sectorizados a los jóvenes cubanos.

En junio de 2019, un tuitazo, supuestamente protagonizado por usuarios cubanos, emplazaba a la empresa de telecomunicaciones, Etecsa, a bajar los precios de internet. La misma fuente revela que se intentó presentar como una iniciativa de estudiantes, ingenieros informáticos, etc., pero los supuestos activistas vivían en Florida, Texas, Tennessee y Georgia.

Articulados con los espacios digitales contrarrevolucionarios, miles de cuentas falsas lanzan su mensaje al público de la Isla, influencers prefabricados realizan «análisis» de la «situación cubana», usando recursos bien estudiados, que buscan movilizar emocionalmente, mediante el humor, la indignación o la sorpresa a públicos previamente analizados.

La polémica Ley Helms-Burton de 1996 estableció la obligación de otorgar dinero a estos programas desestabilizadores. Cada administración desde entonces ha variado la cifra exacta, que como promedio se mueve cercana a los 20 millones de dólares.

Ese monto de dinero empleado para promover un supuesto cambio de régimen en Cuba se camufla con el eufemismo de «programas a favor de la democracia», con el que se financian grupos mercenarios, becas para promover falsos liderazgos entre los jóvenes cubanos y esta guerra sucia en internet.

Específicamente ese Grupo de Tareas activado hace unos dos años de cara al escenario digital, pareciera la acción defensiva de quien se ha quedado sin pretextos con su retórica de que el Gobierno cubano impedía el acceso de los cubanos a las tecnologías, y aplican esta fórmula de agresión tan ilegal e injerencista como Radio y TV Martí.

Pero todos esos planes contra Cuba están destinados al fracaso.

Opinión
Foto: Roberto Suárez. Fotos obtenidas de Juventud Rebelde....
Los congresistas anticubanos Mario Díaz Balart y María Elvira Salazar. Foto: Archivo / Tomada de transmisión en video....
Lo último
La Columna
La Revista