Por Alberto Pinzón Sánchez
Como si se tratara del ascenso de un nuevo monarca europeo o un Papa de Roma en el medioevo, el Mundo actual de las noticias anda concentrado en el advenimiento o mejor, en la posesión del nuevo presidente del Hegemón imperialista de los EEUU, Mr. Donald Trump.
Todos, burócratas de rodillas temblorosas en las cancillerías y pasillos de palacios de gobierno de todo el Globo, gerentes de empresas ruinosas, dueños de bancos desfondados, presentadores del aparato imperialista noticioso, etc, todos, “spinn doctors”, analistas, comentaristas, inclusive “contestatarios inmediatos” de la llamada izquierda que han caído en la ola superficial publicitaria y agitacional del fenómeno, sin análisis serio y profundo, a pesar de los numerosos libros bien documentados, de los hechos geoestratégicos geoeconómicos y de la resistencia del primer gobierno de Trump.
Y del proyecto reaccionario y represivo fascista de largo alcance que él representa y anuncia, con el cual pretende evitar el declive de los EEUU y volverlo grande otra vez. De la pretensión para RECONFIGURAR radicalmente a los intereses estadunidenses todo el Sistema piramidal del Imperialismo Global y, el actual capitalismo digital ultra tecnológico que ha emergido, tanto en la cúpula de la pirámide como en la gran base de la periferia que lo sustenta, que está reclamado una ordenación multilateral que responda a un mundo totalmente capitalista basado en intereses, no en las reglas unilaterales impuestas por el hegemón imperialista.
Lo sucedido recientemente en Siria donde las diferentes potencias del mesosistema imperialista regional (incluida Rusia) se pusieron de acuerdo para cambiar el gobierno de Assad, por uno más proclive a los intereses de Turquía, de las millonarias monarquías petroleras del Golfo Pérsico y de Israel, ha sido un precedente muy diciente.
Los habitantes normales del Globo que viven de su trabajo, con los ojos concentrados, o embebidos, o alienados en cualquier pantalla, sea de tv o del teléfono móvil, esperando cuáles serán los primeros actos de gobierno que el nuevo histrión decretará sin despeinarse: Si tomará Panamá (“I Took Panamá”) como Teddy Roosevelt en 1.903 amputando a Colombia, o se apoderará de Groenlandia, o bloqueará con destructores el Golfo de México. Si expulsará millones de migrantes, la mayoría trabajadores de a pie latinos y caribeños. O si dará carta blanca a su secretario de Estado, Mr. Marcos Rubio, para que, con sanciones económicas humanitarias o con listas de narco terroristas, o simplemente con “la fuerza” doblegue definitivamente a los “países de mierda” (ya se sabe cuáles son) que mencionó dramáticamente su jefe durante la campaña presidencial y, lo obsesionan y lo hacen contorsionar o retorcer de odio en su grandiosa mansión de Miami, como si fuera un gusano.
Y este es, el contexto con el que se debe mirar la bravuconada santanderista del expresidente Uribe Vélez (el matarife narcotraficante Nº 82, según documento desclasificado por el Departamento de Defensa estadounidense) quien, acompañado de sus 7 enanitos (también se sabe quiénes son) cual Blancanieves Democrática y Humanitaria, desde Cúcuta en la Frontera Colombo Venezolana este 11 de enero 2025, mientras se posesionaba en Caracas el presidente legal y legítimo de la Venezuela bolivariana Nicolás Maduro, exigió lo siguiente:
“Aquí no hay más camino. ¿Qué pedimos nosotros? Pedimos una intervención internacional preferiblemente avalada por las Naciones Unidas que desaloje esos tiranos del poder y convoque de inmediato a las elecciones libres, lo que nosotros queremos es una intervención militar internacional con el Ejército de Venezuela que desaloje a la dictadura”.
Matoneada que inmediatamente fue apoyado por su títere el Subpersidente Duque, y por quien aspira a convertirse en su reemplazo, la periodista “amarillista” de la revista Semana Sra Vicky Dávila. Llevando la contradicción ideo-política entre Santanderismo lacayo y Bolivarismo antiimperialista a un nivel absoluto, que solo se podría resolver con las armas, como suelen hacerlo los gánsteres y mafiosos de todos los países.
No es solo que el perrito faldero ladrador quiera hacerse sacar del documento desclasificado en EEUU, “jalando bola” como dicen en Venezuela o mejor, “colaborándole” plenamente a Mr. Rubio en sus pretensiones. O que desee ganar méritos políticos “lamboniando” para ocupar un puesto dentro de la oleada reaccionaria y fascista global que se vino encima, como si ya no lo tuviera.
La consideración de fondo que debe hacerse es que, no es por azar que el ministro de defensa de Uribe Vélez, Sir Juan Manuel Santos, durante los 20 años del llamado “Uribato” (2 periodos de Uribe Vélez, 2 periodos de JM Santos y 1 de Duque) haya llevado al Estado colombiano a formar parte del brazo armado del Imperialismo global, la OTAN, con el cual literalmente se han pulverizado Estados: Yugoslavia, Afganistán, Irak, Siria, Libia, Somalia, para mencionar solo algunos pocos.
Como tampoco es de desdeñar el hecho de que durante el mismo periodo reaccionario se haya fortalecido el Bloque de Poder Contrainsurgente BPCi, con 7 siete estratégicas bases militares estadounidenses, especialmente a todo lo largo de los más de 2.000 km de la dilatada e incontrolable Frontera colombo- venezolana y, se haya dado un paso más en la estrategia contrainsurgente “sembrando el caos” como lo denuncié en un pasado artículo. Ver https://prensabolivariana.org/2024/12/26/el-caos-controlado-en-colombia/
Está claro que, el Bloque de Poder dominante en Colombia dependiente totalmente de la embajada más grande del Mundo en Bogotá, pretende ampliar el escenario contrainsurgente en la frontera colombiana, como punta de lanza e inicio de la intervención militar que proponen los dominantes en Colombia contra el vecino país Bolivariano en contradicción antagónica absoluta, si es apoyada por la determinación del nuevo Presidente de los EEUU con su secretario de Estado y el comando o sur del US Army, y cuyos catastróficos desarrollos futuros estarán por verse.
Con esto podemos decir que la palabra paz tiene dos significados diferentes:
En La Venezuela Bolivariana significa, profundización de masas del proceso Bolivariano anfictiónico de transformaciones sociales y políticas, la estabilidad, la democracia directa y el avance en el desarrollo total de todos los sectores sociales y productivos hacia un mejor vivir. Por el contrario, en la Colombia Santanderista, significa blindaje del reaccionario y fascista Bloque de Poder Contrainsurgente con división del movimiento social y las Resistencias. Conflicto interno irresuelto y su posible expansión a la región.
Estupidez, decía el famoso filósofo y físico alemán Albert Einstein, es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Recomendación que debiéramos hacer al Estado colombiano ¿Cuántos “procesos de negociación de paz” se han llevado a cabo entre el Estado y las múltiples insurgencias que han surgido, o de han desdoblado, o se han reciclado en todos estos 70 años de conflicto armado interno tratando de resolverlo sin ningún éxito?
Quien desee profundizar en el tema debería leer un bastante bien documentado, honesto y extenso libro de 827 páginas, escrito por Darío Villamizar “Las guerrillas en Colombia. Una historia desde los orígenes hasta los confines. Ed Debate. 2017. Bogotá Colombia”.
También debería leer el reciente libro del comandante guerrillero del ELN, Antonio García “La Paz con el ELN. Editorial Boltxe. Mayo 2024 Euskal Herria”, donde el comandante explica en forma minuciosa las incidencias de su organización en las “negociaciones fallidas” en Quito, y da una señal importante sobre la “Teoría de la Solución Politica” del conflicto interno como forma de abordar su solución definitiva. Propuesta planteada por el Secretariado Original de las Farc en la década de los 60, opuesta a los regateos y el trapicheo de la táctica vuelta estrategia de la “negociación estéril”.
Esta podría ser una sensata respuesta a la estupidez (de la que habla Einstein) para solucionar el conflicto interno colombiano y no expandir el desastroso escenario contrainsurgente a países vecinos y a toda la Región.
Ahora que se sabe que se ha roto “la paz total” con el ELN, cobran más fuerza dos consignas en el Movimiento Social y las Resistencias:
¡Fuera la OTAN de Colombia!
¡Si a la Solución Política del conflicto colombiano! ¡No a su expansión!