Mauricio Claver-Carone. Foto: Gabriel Aponte/Getty Images.
Johana Tablada
Cubadebate
Mauricio Claver Carone, el enviado especial para América Latina, nombrado por el Presidente Trump y bajo las órdenes del ya tristemente célebre Secretario de Estado Marco Rubio vuelve a tratar de meter miedo para intimidar a Cuba y sus vecinos asegurando, una vez más, que esta vez si es verdad que le quedan pocos días a la Revolución y que el gobierno de Estados Unidos hará todo lo posible por acelerar este proceso.
Habla de medidas y acciones “creativas”. Evita enumerarlas pero sus aliados en la Florida promueven poner fin a los vuelos y visitas familiares a Cuba con todo tipo de mentiras y amenazas discriminatorias con la emigración cubana (en verdad quieren quitar los vuelos para provocar más carencias desestabilización y si fuera posible una crisis migratoria). Hagamos un poco de recuento reciente.
Claver Carone fue, con Marco Rubio, el arquitecto y verdugo que desde la Casa Blanca diseñó y ejecutó en un par de años (verano 2018 hasta enero del 21) más de 200 medidas adicionales al bloqueo con el propósito de lograr que Cuba colapsara.
No logró su objetivo principal, pero impuso un retroceso brutal en las relaciones bilaterales y en el nivel de vida de los cubanos provocando gratuita e inmerecidamente enorme sufrimiento que aún perdura y el mayor flujo migratorio de nuestra historia.
Ahora vienen y dicen que Cuba juega con el tema migratorio, que somos enemigos de la humanidad y una amenaza ...
Este señor es peligroso y conocido. Ha vuelto al gobierno, después de ser expulsado por corrupción del cargo de Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Fue ese un cargo que le regaló Trump como premio cuando ya terminaba su primer mandato.
Anteriormente, siempre ese cargo le tocó a una figura de prestigio de Latinoamérica, por razones de balance dado que la sede del Banco radica en Washington DC.
Pocos días antes de la decisión simbólica y tardía de Biden del 14 de enero, universalmente aclamada por justa, de excluir a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, Claver Carone respondió con soberbia al New York Times diciendo que... “El que ríe último ríe mejor” y prometió medidas peores tan pronto tomara posesión el presidente electo.
Y por ahí van. También da pena la actividad reciente de la embajada de Estados Unidos, dedicada a complacer a los sectores anticubanos más abusadores, mentirosos y reaccionarios para caer en gracia con los nuevos jefes de la diplomacia en el Departamento de Estado con abiertas acciones de injerencia que ellos no permitirían en su país a gobiernos extranjeros. Mientras, les invito a ver en las redes sociales cómo la nuestra en Washington se dedica a promover mejores vínculos entre ambos países.
Según ellos, sus medidas de cerco no tienen responsabilidad en nuestras carencias. La verdad es que no dejaron pasar ni un solo día con Trump en el gobierno para empezar a torcer las cuerdas de la presión y guerra económica.
Si Cuba ya iba a caer enseguida, para qué tanto apuro en rectificar las dos medidas de flexibilización de Biden dentro de un gran paquete de decretos?
Lo que pasa es que ellos lo hicieron sin documentar siquiera el proceso de revisión de la decisión. Solo 23 legisladores criticaron la decisión de excluir a Cuba de la lista infame. Ninguno, fuera de los habituales, aplaudió la reversión de la medida.
Saben además que en solo tres meses se iba a notar que tenemos razón al decir cuánto mal le hace a los cubanos la inclusión fraudulenta en la lista terrorista (vendrían muy pronto más turistas, más negocios, se iría menos gente, habría algún alivio al tormento aplicado por ellos y Biden).
Curiosamente y sin estridencia, escondiendo sus acciones de la luz pública ya han hecho un poco más con la medida de poner fin a canales transparentes de remesas y fíjense que fue muy poquito lo que les faltó por hacer la vez anterior. Menos la ruptura de las relaciones diplomáticas y el bloqueo naval a Cuba, que propusieron mil veces, casi todo lo demás lograron sacárselo al gobierno de Trump para quien Cuba no era ni es una prioridad pero desea complacer a los políticos de origen cubano que mejor le sirven aunque le han engañado una y otra vez.
Entonces, aquellas medidas que en su gran mayoría Biden aplicó con idénticos propósitos y un alto costo humano para nuestro pueblo y su emigración, nos debilitaron, empujaron a cientos de miles a la emigración pero no han tumbado la Revolución ni doblegado la voluntad de los cubanos frente a la baja estatura moral del adversario.
¿Quién puede asegurar que haciendo lo mismo lograrán resultados diferentes? Nadie. No lo lograrán.
No creo que República Dominicana u otro país vecino resistiría el tipo de apretón que este señor ha ejecutado y diseñado con el otro corrupto de Marco Rubio.
Todos hemos visto con merecida sensibilidad cómo se han preocupado todos en los países de la región como Colombia, México, Panamá, Canadá, por la amenaza de medidas coercitivas o ajuste de tarifas comerciales, debido a las grandes pérdidas estimadas.
Eso no representa ni un 2 por ciento de lo que EE.UU. ya le hace a Cuba.
Pongamos un ejemplo que nadie quisiera fuese verdad:
Imaginen que mañana injustamente República Dominicana amanece en la pequeña lista de Estados patrocinadores del terrorismo y los millones de europeos que la visitan pierdan el derecho a viajar a EE.UU. con el cómodo sistema de visas remoto online ESTA. Eso va a disminuir el turismo radicalmente.
Y así podría demorar dos horas listando, para otros países, otras medidas "creativas" de Rubio y Carone que ya están en vigor como la persecución medieval del combustible (más de 50 barcos castigados del mundo), las amenazas a los gobiernos para que suspendan los acuerdos de cooperación médica que permiten ingresar divisas al sistema de salud pública de Cuba y así una larguísima lista que sigue con las decenas de medidas adicionales de Trump y las del bloqueo.
Ojalá y pudiéramos exportar con aranceles ron, tabaco, coco, café productos biotecnológicos a Estados Unidos, espectáculos culturales y mucho más.
Duele y es lamentable que gracias a las ambiciones y sed de escarmiento y venganza de hombres sin integridad, deshonestos y de baja moral deba sufrir el pueblo cubano y otros pueblos de la región. Pero el amor vence al odio.
Ni con las mentiras, ni la campañitas de meter miedo y más medidas, ni con el poder duro ni con el poder blando podrán salirse con las suya.
Ni siquiera con la cobardía de que los que les temen y los malos sentimientos de quienes los apoyan y disfrutan del tormento de ver a su propia gente sufrir podrán borrar la estatura de Cuba y su pueblo.
En su desprecio y maltrato a Cuba y los países de la región han tenido efímeras victorias pero ya han fracasado antes de manera estridentes y volverán a fracasar. Ya empezaron Rubio y Carone a pasar pena con sus chantajes a Panamá y Colombia y Venezuela. Carone hablaba de que no quiere el petróleo de Venezuela cuando aterrizaba el avión de Grennel para reunirse con Maduro y se aprobó la licencia a la Chevron, Rubio regreso de Panamá diciendo q los barcos no pagarían y luego resulta no fue así y con Colombia, México y Canadá tuvieron que tragarse sus medidas en horas. Trump podría no estar muy feliz pronto. Cualquier día descubre que el plan que le han propuesto para Cuba es otra estafa que podría aumentar la emigración.
Hicieron un gran papelazo cuando le vendieron a Trump la propuesta de que reconociera a Guaidó y tumbarían al Presidente Maduro. Le echaron la culpa a Cuba de su mentira y chapucería inventando lo de las inexistentes 30 mil tropas cubanas en Venezuela que impidieron el éxito del golpe de Estado para no reconocer que la Revolución Bolivariana sí tenía apoyo del pueblo y los militares.
Carone es un psicópata, inteligente pero psicópata enfermo de odio y desprestigiado en este hemisferio por su responsabilidad en la deuda multimillonaria de argentina con el FMI (también trabajó ahí un tiempo, su paso corrupto por el Banco Interamericano de Desarrollo que lo expulsó y su empeño y trayectoria de imponer obstáculos a cualquier cosa que mejore las relaciones de Cuba con EE.UU.
Frente a estos tipos criminales, aliados de los sectores más reaccionarios de EE.UU. y la región, Cuba y su pueblo tienen reservas para enfrentarlos y prevalecer.
Se van a volver a quedar con las ganas. Claro que podemos y debemos hacer mucho mejor las cosas en casa y lo haremos, pero es injusto dar la razón a quienes quieren responsabilizar a Cuba del impacto de tamaño atropello. Resistir ya ha sido toda una proeza.
Están dispuestos a todo y todo es todo para tratar de regalarle a Cuba como trofeo a su amo y por eso no cabe otra que unirnos, hacer lo que de nosotros depende y trabajar duro para seguir adelante sabiendo que les diremos adiós y aquí estaremos luchando por los sueños de un país mejor, sin bloqueo ni injerencias.
El 57 por ciento de los estadounidenses desean normalización de relaciones con Cuba y el mundo ya saben cómo se ha dividido con un aplastante todos contra 2. Por aquí se los dejo junto a la entrevista de los mete miedo.
(Tomado de la página de Facebook de la autora)