Zoltan Tiroler.- La noche del 14 de marzo, una avería en una subestación de La Habana provocó una importante pérdida de energía y acabó colapsando el sistema eléctrico nacional. A partir de ese momento comenzaron los trabajos de restablecimiento. En la noche del 16 al 17 de marzo, toda La Habana estaba de nuevo en línea, al igual que casi el 90% del resto del país. Los recursos vitales, como los hospitales, pero también las instalaciones turísticas, no se vieron afectados por el apagón.
Cuando se produce un apagón importante en Cuba, es noticia en todo el mundo. Y como una carta en el correo (como se decía cuando teníamos una oficina de correos digna de ese nombre), llegan opiniones de «expertos» sobre la inminente caída del régimen.
Lo curioso es que los apagones, en muchos casos más generalizados y prolongados que en Cuba, apenas se mencionan en los mismos medios. Ahí está Ecuador, donde hay racionamiento eléctrico y constantes apagones desde hace más de medio año. En mayo de 2024, hubo caos energético en México. 18 de los 32 estados se quedaron sin electricidad. Puerto Rico, gobernado por EE.UU., es un ejemplo de ello, ya que la isla lleva luchando con el suministro eléctrico desde el huracán de 2017 (¡!). El 90% de Puerto Rico estaba sin electricidad a finales del año pasado. República Dominicana, Brasil y Argentina son otros países que tienen grandes problemas con su suministro eléctrico.
Pero, ¿cuándo aparecerán en los titulares? ¿Cuándo saldrán los «expertos» a predecir el colapso inminente del capitalismo? Y estos países no están sometidos a un bloqueo despiadado destinado específicamente a sabotear su suministro eléctrico, entre otras cosas.