Alberto Pinzón Sánchez.- Al analizar la compleja, contradictoria y por lo tanto dinámica realidad colombiana, se debe necesariamente partir de un hecho totalizador: El Estado colombiano por su histórica dependencia del gobierno de los EEUU está inmerso y sobredeterminando por la realidad geoestratégica andino amazónica y caribeña manejada por el todavía Hegemón del imperialismo global. Es decir, que el Estado colombiano tiene dos caras como la diosa Juno, una hacia adentro y otra hacia afuera. La cara exterior forma parte de la "guerra hibrida" que el Imperialismo norteamericano libra contra el Pueblo, el Estado y el gobierno de Venezuela; de las acciones desestabilizadoras contra el gobierno nicaragüense desde las islas de san Andrés, y, del bloqueo criminal que desde hace más de medio siglo ejecuta (sin éxito) contra la revolución cubana.