CubaSí.- Recibió un papelito así chiquitico, flaquito, una tirita de papel reciclado. Ni siquiera lo recibió, alguien lo dejó colgado, apretujado en la reja de su casa, junto al cierre de la puerta. Letra casi ilegible… pero sí, una convocatoria tan escueta como solo puede ser una cita de amor. “Viernes 19, 8 pm. Asamblea del Delegado”. La guardó en el bolsillo izquierdo, allí donde debían palparla sus dedos cada vez que fuera a hurgar por las llaves. Para no olvidar –pensó-, y sonrió a un perro flaco que pasaba por su lado.