El Co. Reynaldo, emigrado de Cuba desde su adolescencia a principios de la década del 60 como consecuencia de la abominable “Operación Peter Pan”, auspiciada en la época por el gobierno de los Estados Unidos y mediante la cual salieron de nuestra Patria con destino a ese país varios miles de niños y adolescentes, se incorporó tempranamente a “Los Maceitos”, nombre con que se denominó a la Asociación de jóvenes cubanos que, como él, fueron arrancados de nuestra tierra en aquella operación de triste recordación para el pueblo de Cuba.
Formado profesionalmente en los Estados Unidos, residió en aquel país cerca de dos décadas hasta que, casado con brasilera, trasladó su residencia para el Brasil. Tanto en los Estados Unidos como en Brasil, Reynaldo mantuvo una intensa actividad en defensa de su Patria y de la Revolución Cubana.

A pesar del ambiente hostil fomentado por una mafia de renegados en tierras norteñas y de la intensa campaña de desinformación contra Cuba, Reynaldo siempre supo, por su fina intuición de patriota, orientarse hacia la verdad y la justicia y asumir todos los riesgos que esa decisión conllevaba.

En los Estados Unidos militó activamente en las organizaciones de cubanos que trabajan por difundir la realidad de nuestro país y por la normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, comenzando por la de los cubanos con su Patria.

En la tierra hermana de Brasil fue ciudadano ejemplar. Llevó siempre con orgullo su condición de cubano y no se conformó con observar en la distancia lo que tenía lugar en Cuba y su entorno. Por su militancia y apoyo a la Revolución Cubana, la dictadura militar que gobernó Brasil a partir de 1964 intentó expulsarlo del país. Sus abogados consiguieron ganar el proceso legal y no pudo ser expulsado.

stuvo entre los fundadores y fue miembro de su coordinación estadual, hasta su deceso, del Comité Paulista por la Liberación de los Cinco Cubanos prisioneros en los Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.

Formado en esas luchas, adquirió la experiencia necesaria para encaminar los esfuerzos de muchos cubanos residentes en Brasil y hacer realidad su sueño y el de muchos compatriotas, de constituir una Asociación de Cubanos, en la que tuvieran cabida todos aquellos con sentimientos patrióticos y estuviesen dispuestos a defender la soberanía y la dignidad de nuestra Patria en cualquier trinchera.

Su deceso se produce a pocas horas del comienzo de la I Convención Nacional de Cubanos Residentes en Brasil, empeño al que, junto a otros compatriotas, dedicó todos sus esfuerzos.

La realización de esta I Convención, aún con el trasfondo del pesar que a todos nos abruma por la desaparición física del querido Presidente de la ANCREB-JM, como todos lo conocen, será un homenaje a su memoria y un estímulo para quienes asumen la responsabilidad de llevarla hacia adelante.

Querido Reynaldo, compatriota, compañero, hermano,

¡Descansa en Paz!

Sao Paulo, 3 de mayo de 2007

ONSULADO GENERAL DE LA REPÚBLICA DE CUBA EN SAO PAULO, BRASIL